En 2019, un tuit llamó la atención a uno de los problemas más prevalentes de las ciudades actuales: la movilidad urbana. En él, el usuario @urbanthoughts11 acuñaría una frase que sería inmortalizada en miles de memes sobre el tráfico, la mala planeación urbana y las carencias que cientos de ciudades alrededor del mundo padecen: “one more lane will fix it”, que se traduciría al español como “un carril más y lo arreglamos [refiriéndose al tráfico]”.
En el caso de México, el parque vehicular ha aumentado de manera drástica. De acuerdo a datos del INEGI, en 1980 México contaba con 5 mil 750 mil vehículos registrados. Sin embargo, en la última actualización de esta estadística (2023), la cifra ha aumentado a 58 millones 199 mil 293 vehículos registrados, de los cuales 37 millones 974 mil son automóviles particulares.
Este panorama no elude a la ciudad de Puebla, donde cada día más recursos y espacio son destinados a este medio de transporte. Como explica el doctor Francisco Valverde Díaz De León, coordinador del Doctorado en Hábitat y Sustentabilidad de la Ibero Puebla, “una de las aspiraciones mayores que puede tener un joven […] es adquirir un vehículo. ¿Por qué? Porque te acerca primero a una posición socioeconómica que te da prestigio”.
Por su parte, el maestro Zeus Moreno Cortés, coordinador de la Maestría en Hábitat y Equidad Socio Territorial de la Ibero Puebla, asegura: “Es más fácil sacar un vehículo que una casa”. Los beneficios, tanto en temas de impuestos como movilidad, han llevado a la expansión del parque vehicular en la ciudad de Puebla, lo que “está generando serios taponamientos y serios problemas de circulación”.
Demanda inducida: una explicación al tráfico
Para Francisco Valverde, la planeación urbana nos fuerza a movernos en automóvil. “La alternativa [que nos dejan a los ciudadanos] es comprar un coche o padecer la inseguridad, la incomodidad, la falta de puntualidad del transporte público, etc.”, dando paso a “un círculo vicioso […] Hay más vehículos, necesitamos más carriles, hay más vehículos, necesitamos evitar el tráfico […] Inevitablemente llegas al punto en el que eso se satura y entonces necesitas una mayor inversión”.
Para la realización de estas obras, el gobierno de Puebla realizó un estudio de vialidad en Atlixcáyotl, el cual concluyó, tras el cierre de las vueltas a la derecha y eliminación de altos, que “han reducido el congestionamiento vial en un 90 %. Los tiempos de demora se redujeron hasta 25 minutos y los cruces peatonales se realizan de manera más segura. Se propone ordenar el transporte público, regular el estacionamiento y mejorar la infraestructura vial para mantener una alta movilidad”.
“Nuestros intereses resultan ser de mucho menos peso político”, indicó el activista y miembro del colectivo Ciudad Activa, Armando Ishikawa Pliego, al comparar la importancia que se la da a los automovilistas con respecto a los ciclistas y usuarios del transporte público en el estado de Puebla.
Ishikawa, quien se interesó en temas de movilidad urbana tras leer una columna de una amiga suya donde se criticaba la hostilidad de los espacios urbanos de Pachuca, Hidalgo hacia las personas con discapacidad, expresó que los activistas de movilidad en Puebla se enfrentan a varios retos. Tanto a la criminalización y revictimización por parte de las autoridades como a la falta de organización por parte de los usuarios de transporte público, ciclistas y peatones ante una ciudad marcada por largos tiempos de traslado.
Armando Ishikawa observa que “lo público es lo que se le ofrece a quien no puede pagar algo mejor”, pues en Puebla el transporte público no es tomado en cuenta por parte de los gobernantes, quienes ignoran modelos de ciudades alternativos.
Sin embargo, para Ishikawa el panorama no es del todo desolador, pues los poblanos cuentan con la oportunidad de arrebatar y reclamar sus derechos a una movilidad segura. “El transporte que merecemos solo va a llegar si luchamos por él”.
Ante este panorama de activistas revictimizados y criminalizados, diseño urbano hostil, demanda inducida que alarga los tiempos de espera en el tráfico y 13,431 accidentes de tránsito en Puebla (en 2023), ¿qué alternativas existen?
Valverde indica: “Se favorece un modelo de ciudad que es a base de velocidad y distancia, es decir, hemos desarrollado ciudades que favorecen más distancia y exigen más velocidad en la movilidad”. Pero esto no significa que no exista una alternativa centrada en el medio de transporte articulado y los espacios policentrales.
“Un solo sistema de movilidad no va a ser suficiente para satisfacer todas las necesidades que hoy tenemos de movilidad. Tiene que ser un sistema articulado”, agrega el especialista al ejemplificar un concepto de transporte público en el que todos los medios de transporte funcionan de manera mutuamente complementaria.
“Debe de haber estaciones de transporte multimodal. ¿Qué son esos espacios? Que tú puedes llegar con tu bici, dejarla de manera segura y treparte a un transporte público”, explicó el maestro Zeus Moreno, ya que, ante un modelo de transporte marcado por el consumo neoliberal, se proponen alternativas en las que se priorice el transporte público interconectado.