Durante la ceremonia de sorteo de la fase de grupos de la Copa Mundial de la FIFA 2026 en el John F. Kennedy Center for the Performing Arts, los líderes de los países anfitriones, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum; el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, ofrecieron breves intervenciones que combinaron orgullo nacional, anécdotas personales y un toque diplomático.
Aunque los discursos fueron cortos (limitados a unos minutos por la dinámica del evento), capturaron la esencia del torneo como un símbolo de unidad continental.
Claudia Sheinbaum
Sheinbaum tomó el escenario durante la asignación del Grupo A para México, enfatizando el legado histórico del país en el fútbol y su hospitalidad. Su intervención, de aproximadamente un minuto, fue recibida con aplausos y generó eco en redes sociales por su referencia al “juego de pelota” mesoamericano.
“Estamos orgullosos y orgullosas de recibir por tercera vez la Copa Mundial. México es un país extraordinario, bello y mágico, con un pueblo trabajador que disfruta del juego de pelota desde tiempos ancestrales. Millones visitarán nuestra nación y podrán disfrutar de nuestra calidez y nuestra pasión por el fútbol”, expresó.
Esta alusión a los orígenes prehispánicos del deporte resonó como un guiño cultural, y Sheinbaum concluyó posando con la tarjeta del Grupo A, que incluye el debut de México contra Sudáfrica el 11 de junio de 2026 en el estadio Azteca.
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Donald Trump
Trump, quien recibió el inaugural “Premio FIFA de la Paz” de manos de Gianni Infantino en reconocimiento a su “liderazgo en mediaciones internacionales”, extendió su aceptación más allá de los dos minutos previstos, incorporando anécdotas sobre el fútbol y logros políticos. Su tono fue característico: entusiasta y centrado en el “éxito americano”.
“Es uno de los mayores honores de mi vida recibir el Premio de la Paz. Recuerdo ver a Pelé jugar para los New York Cosmos en los 70. Ese hombre podía jugar. Estados Unidos nunca ha sido más respetado o exitoso que ahora. Somos el país más caliente del mundo, perfecto para albergar el mayor evento deportivo de la historia. He detenido muchas guerras, incluso guerras que ni siquiera habían empezado.”
Trump también mencionó breves charlas previas con Sheinbaum y Carney sobre migración y comercio, antes de sostener la tarjeta del Grupo D para EE.UU., que inicia contra Paraguay. Su intervención generó reacciones mixtas, con elogios por el espectáculo y críticas por desviarse del tema deportivo.
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“Sheinbaum está haciendo un muy buen trabajo. Es una gran mujer. Hemos tenido muchas conversaciones. Es una persona muy elegante y fantástica”.
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Mark Carney
Carney, quien colocó a Canadá en el Grupo B, ofreció la intervención más concisa, enfocada en la magnitud del evento y su impacto económico y social. Su tono fue mesurado, destacando la colaboración trilateral en un contexto de tensiones arancelarias.
“Es el mayor de los acuerdos coorganizar la Copa Mundial. Canadá está emocionado de unirnos a México y Estados Unidos en este espectáculo global”.
Carney no extendió su alocución más allá de lo necesario, saludando con un gesto a Trump al final y confirmando un breve encuentro bilateral con Sheinbaum en los márgenes del evento. Canadá debutará en Toronto o Vancouver, pendiente del calendario final.
