Orenthal James Simpson, mejor conocido como O.J. Simpson, exjugador de Buffalo Bills en la NFL, murió este miércoles en Las Vegas tras una batalla contra el cáncer. Simpson, destacado también por sus polémicas fuera de la cancha, fue acusado de asesinar a su pareja en 1994.
La familia de la ex estrella de futbol americano confirmaron la noticia este jueves a través de redes sociales, donde pidieron que respetaran su privacidad y confirmaron el fallecimiento de su padre el pasado miércoles.
Años atrás, el ex corredor de los Buffalo Bills había sido diagnosticado con cáncer de próstata y perdió la vida después de una larga batalla contra esta dura enfermedad.
Su carrera en la NFL, principalmente con los Buffalo Bills, estuvo marcada por logros impresionantes, incluyendo ser el primer jugador en superar las 2 mil yardas en una temporada y recibir múltiples selecciones al Pro Bowl y primer equipo All-Pro.
Simpson evitó la cárcel cuando fue declarado inocente de la muerte a puñaladas en 1994 de su ex esposa Nicole Brown Simpson y su amigo de ella, llamado Ronald Goldman, en Los Ángeles.
Luego cumplió nueve años en una prisión de Nevada tras ser declarado culpable en 2008 de 12 cargos de robo a mano armada y secuestro a punta de pistola de dos comerciantes de recuerdos deportivos en un hotel de Las Vegas.
En julio de 2017, después de cumplir 9 años en prisión, Simpson fue puesto en libertad condicional. La junta de libertad condicional de Nevada le otorgó la libertad condicional por mayoría de votos, considerando su buen comportamiento en prisión, su edad y su bajo riesgo de reincidencia.
La saga de su vida fue contada en el documental ganador del Oscar de 2016 “O.J: Made in America“, así como en varias dramatizaciones televisivas.