La Audiencia de Barcelona ha resuelto que Dani Alves, exjugador internacional brasileño, enfrentará un juicio por presunta agresión sexual en relación con un incidente en una discoteca de Barcelona en diciembre del año pasado. La decisión se basa en las declaraciones de la víctima, testimonios de testigos y pruebas periciales, considerando que existen suficientes indicios para llevar a juicio al exfutbolista.
Alves, quien actualmente se encuentra encarcelado en Barcelona desde su arresto en enero, ha declarado que no está de acuerdo con los hechos que se le atribuyen, pero ha anunciado que no apelará la decisión. Su estrategia de defensa se centra en admitir relaciones sexuales, alegando que siempre fueron consensuadas.
La Audiencia ha otorgado a la Fiscalía y a la acusación particular, representada por la víctima, un plazo de cinco días para presentar sus escritos de calificación. Este paso precede a la determinación de la fecha exacta del juicio, que aún no ha sido fijada.
Cabe destacar que la situación legal de Alves se complica aún más, ya que sus dos hijos y su exmujer, Dinora Santana, han distanciado su apoyo. Santana, también representante del exfutbolista, ha presentado una demanda para evitar el contacto de Alves con sus hijos, alegando sentirse utilizada.
Alves, uno de los futbolistas más condecorados de su generación, se enfrenta a graves consecuencias legales si es declarado culpable, incluyendo una posible condena de entre cuatro y 15 años de prisión. A sus 39 años, Alves se convirtió en el jugador de mayor edad de Brasil en participar en una Copa del Mundo en Qatar, pero ahora su carrera enfrenta una seria amenaza debido a esta acusación.