Un espectacular gol de falta de Rebeca Bernal le dio a México la medalla de oro del futbol femenil al vencer por 1-0 a Chile en los XIX Juegos Panamericanos, en una final que será recordada por el hecho de que la selección chilena debió actuar con una jugadora de campo como portera al no tener a su disposición a ninguna de sus porteras naturales.
La duda y la imagen más buscada era quién defendería el arco local después de que las porteras chilenas, Christiane Endler (Olympique de Lyon) y Antonia Canales (Valencia), tuvieran que abandonar la concentración y reincorporarse a sus clubes, pues el partido se disputaba en una fecha fuera del calendario FIFA y los equipos no tienen obligación de presentarlas.
Sabedoras de la situación, las mexicanas comenzaron a probarla muy temprano y en los primeros cinco minutos, Urrutia, única jugadora chilena que ha hecho un gol en una copa del mundo, respondió de forma brillante.
Mientras que su rival en el otro arco apenas pasaba apuros por la falta de puntería de las locales, que movían bien la pelota, llegaban por la banda, pero no acertaban en los últimos metros.
En esta dinámica, se llegó al minuto 30 en el que la jugadora del Monterrey tomó el balón, lo puso con mimo en el césped del estadio Elías Figueroa de Valparaíso y lo colocó con maestría en la escuadra derecha, superando la barrera y a una improvisada portera que nada pudo hacer.
Chile solo tuvo 14 jugadoras disponibles
Sin argumentos futbolísticos en el campo de juego, Chile tampoco tenía opciones en el banco.
Esto debido a que “La Roja” se presentó al partido con 14 jugadoras disponibles ya que la delantera Karen Araya y la defensora Camila Sáez, ambas del Madrid CFF y también por la misma situación que Endler y Canales, debieron volver a sus clubes en Europa.