La brutal golpiza que recibieron padre e hijo en el establecimiento Mallet de la Isla de Angelópolis obliga a un análisis profundo de los funcionarios y regidores del Ayuntamiento de Puebla para contemplar sanciones más severas contra antros y bares.
Y no solo por la terrible agresión contra padre e hijo, sino por la cantidad de drogas que se hallaron en el fuerte operativo que se realizó en la avenida Juárez.
Es urgente que los regidores realicen propuestas que permitan a los funcionarios quitar las licencias de manera definitiva a los antros y bares en donde se detecte la venta de drogas y donde los clientes sean golpeados por el personal del establecimiento.
Es momento de que las autoridades den un manotazo en la mesa para que los dueños de los antros y bares tengan muy claro que si venden drogas al interior de su establecimiento o si sus empleados les pegan a los clientes, entonces perderán su licencia de funcionamiento de manera definitiva.
Más allá de las investigaciones que tendrán que hacer desde la Fiscalía General del Estado de Puebla para detener a los cadeneros de la Isla de Angelópolis, el Ayuntamiento debe hacer su propia investigación y clausurar, aunque sea de manera temporal, el negocio donde trabajan los “cadeneros”, debido a que en cualquier momento puede suceder otra agresión.
Por eso se deben aplicar medidas correctivas más fuertes, más contundentes y que les quede claro a los dueños de antros y bares que con la seguridad de los clientes no se juega.
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