En el Sindicato Único de Empleados y Trabajadores del Honorable Ayuntamiento de Puebla, Instituciones Paramunicipales y Organismos Públicos Descentralizados “Benito Juárez García” (Suethapipopd) sucedió un milagro.
Un verdadero suceso digno de un capítulo de La Rosa de Guadalupe.
En una de esas, al lidercillo del gremio, Gonzalo Juárez Méndez, hasta lo canonizan.
Y es que resulta que por arte de magia, por la divinidad, por todos los santos o por la gracia de Dios, Gonzalitos reapareció en su trabajo sin un solo rasguño, a pesar de haber sufrido un supuesto atentado.
Un presunto asalto –en su casa– que derivó en una golpiza a él y a toda su familia.
Tan grave estuvo el atraco y la irrupción en su mansión, según el propio Gonzalitos, que decidió grabar un vídeo en el que aparece ensangrentado, y aparentemente descalabrado, para denunciar los hechos en vez de recurrir de inmediato a las autoridades del estado.
Algo, como ya lo dije antes, no cuadra en esta historia.
Porque ayer, sin el menor rasguño, muy quitado de la pena y sin su nueva escolta, Gonzalo Juárez volvió a sus oficinas a trabajar, al puro estilo de los líderes charros de aquellos viejos tiempos de Fidel Velázquez.
Contrario a todo lo que se había pensado, el líder del sindicato de la Comuna poblana volvió a la escena como todo un súper héroe, con porristas –con todo y pancartas– que coreaban su nombre.
Ya solo le faltó besar el piso de sus oficinas y mostrar cómo empleó las patadas de bicicleta para defenderse al estilo Alfredo Adame.
Vaya escena, carajo.
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Otro personaje de la política poblana que está en la picota es, ni más ni menos, que el titular de la SEP, Melitón Lozano Pérez, a quien en su momento algunos medios bautizaron como “maletón”.
El mote desde luego que no le queda para nada a nuestro funcionario, ya que de tonto no tiene un pelo sino todo lo contrario, pues dicen que utiliza los recursos de su dependencia, aunque lo niegue, para placearse como aspirante a la candidatura de Morena al Gobierno estatal en 2024.
A Don Meli se le ocurrió la gran idea de promocionarse a través de una plataforma denominada “ParticipE”, la cual solicita a los trabajadores de la Universidad Tecnológica de Puebla y de Tecamachalco apoyar sus acciones y publicaciones.
De acuerdo con el portal “Ambas manos”, la estructura de Melitón Lozano solicita a los empleados de las universidades compartir en sus redes sociales, retuitear y dar “me gusta” a sus publicaciones, e incluso seguir sus perfiles de Facebook y Twitter.
Vaya que salió vivillo Don Meli, quien va de escándalo en escándalo, pues recientemente y desde que se destapó como aspirante a suceder en el cargo al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, ha caído en la tentación de uno que otro pecadillo para tratar de hacer realidad su sueño.
Solo que Melitón es muy obvio, ya que durante el mes de agosto pasado ordenó entregar playeras a estudiantes del Centro Escolar Miguel Alemán, de San Pedro Cholula, promocionando su nombre, argumentando que era el padrino de generación.
Un tropiezo más se dio cuando se dejó llevar por el canto de las sirenas y acudió a los mítines organizados por Eric Cotoñeto Carmona, exoperador del barbosismo, quien lo destapó como el gallo para suceder a su jefe.
Pobre Don Meli, ahora sí le anda lloviendo sobre mojado.
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Y un político más que ya ni como ayudarlo, por cierto, también aspirante a la candidatura de Morena al Gobierno para 2024, es ni más ni menos que el líder del Congreso del estado, el diputado Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
A este legislador todo le pasa por andar de “quedabién” con el inquilino de Casa Aguayo.
Primero, limpió el Congreso del estado y corrió a los subordinados de Gabriel Biestro Medinilla, exlíder del Poder Legislativo, para meter a sus amigos y compadres, casi todos priistas.
Después, presumió encabezar un Congreso austero pero ha permitido que la LXI Legislatura gaste un dineral en alimentos y botanas para sus 41 diputados, quienes gozan de dietas de hasta 90 mil pesos mensuales con todas sus prestaciones.
Y tercero, se jacta de ser un diputado y militante de Morena impoluto, dizque respetuoso de las leyes, cuando anda de gira a costa del erario y del presupuesto del Congreso, promoviendo su imagen para ver si, en una de esas, se le hace ser el bueno para el 2024.
La pifia más reciente del malogrado legislador se dio en torno al tema de la despenalización del aborto.
Resulta que el martes pasado Sergio Salomón declaró a los medios, tajante, que la legalización del aborto no llegaría a Puebla porque no había consenso entre las distintas bancadas del Congreso.
Adujo, incluso, que a ninguna bancada le alcanzan los votos para poder aprobar la despenalización del aborto, y aunque reconoció que la Corte solicitó al Congreso que se legisle en la materia, aclaró que esto no quiere decir que se aprobará el tema en Puebla.
Sin embargo, ayer que el gobernador Barbosa abrió la puerta para la discusión del aborto, porque “ya debe abrirse formalmente un debate ordenado, pues es un asunto que no es una lucha de un grupo específico, sino de toda la sociedad y ya hay que asumirlo como un debate formal”, el diputado cambió de opinión.
Por obra del Señor, Salomón Céspedes declaró a los medios que siempre sí podría haber consenso en el Congreso para aprobar la despenalización del aborto.
Con tal de quedar bien –otra vez– no le importó recular y contradecir lo que 24 horas antes había declarado.
¡Hágame, usted, el rechingado favor!
¿Y así quiere ser gobernador?
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