El regaño público que hizo la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, al alcalde de Huauchinango, Rogelio López, por la queja de damnificados de las lluvias es apenas una pequeña muestra de la ineficacia de los alcaldes de las Sierras Norte y Nororiental de Puebla.
Para nadie es un secreto que los alcaldes que están lejos de la Zona Metropolitana prácticamente son verdaderos caciques en sus respectivos municipios y eso se ve reflejado con el manejo de los apoyos que están llegando a los lugares afectados por las intensas lluvias de la semana pasada.
Desde luego que no les da pena lucrar con el desastre político, porque los alcaldes ven una enorme oportunidad política de sacar provecho de la desgracia social con la entrega de apoyos.
Por eso es que el Gobierno del estado hizo un llamado enérgico a todos los alcaldes para entregar los apoyos sin distingos políticos, sin embargo, no le harán caso.
Los alcaldes ven en la entrega de apoyos a los damnificados una forma de capitalizar políticamente cada botella de agua, cada lámina, cada ladrillo, cada bolsa de arroz y frijol para intentar ganar votos para su reelección.
Lamentablemente, nada impedirá que lo hagan porque la necesidad de la gente es mucha y eso lo aprovecharán los buitres políticos.
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