En tiempos de campaña electoral, es muy común ver a los candidatos darse “baños de pueblo”, es decir, saludar y fingir empatía y hasta cariño por personas con un nivel socioeconómico inferior; nada novedoso, lo novedoso es que digan que son “nacos”, eso sí que no está permitido en el proceso.
Y no está permitido porque sea despectivo decirlo, no, no está permitido porque ¿cómo es que alguien que está buscando el voto de la mayoría de “nacos”, se atreva a siquiera pensarlo?, y es que aquí me van a perdonar, pero más allá de lo que dice el diccionario, la mayoría entiende que un naco es aquella persona que no es educada, que no tiene un grado de estudios, que no posee un nivel económico importante, que es vulgar o que tiene mal gusto.
En los términos de la Real Academia Española, un naco se define como un indio, en la acepción referente a México, es decir, alguien originario de pueblos indígenas, entonces, saquen ustedes sus conclusiones, muchos de los que hoy están pidiendo nuestro humilde y naco voto, también son nacos, naquísimos diría yo, sobretodo aquellos que justamente buscaron una candidatura por la vía indígena, o peor aún, aquellos que traen lo indígena en la sangre y se dicen descendientes de la Unión Europea.
Regresando al tema peyorativo, no sé que sea peor, si tener la mala fortuna de ser candidato y tener que darse “baños de pueblo” nada más por buscar el voto, o finalmente mostrar tu verdadero yo y hacer comentarios hirientes con los que para bien o para mal, se identifican la mayoría de los mexicanos, con la palabra “naco”.
Ejemplos tenemos suficientes, desde una Paulina Peña, hija del ex presidente, Enrique Peña Nieto, de la cual cito su tweet de fecha 5 de diciembre de 2011, en el que textual puso: “un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole y solo critican y envidian”, esto gracias a que su padre, en ese entonces pre candidato a la presidencia de la República, no supo contestar ante la prensa cuáles habían sido los tres libros que marcaron su vida… aunque claro, después salió a pedir disculpas públicas “de todo corazón”.
Esto nos tendría que refrescar la memoria un poco, entorno a qué clase de políticos merecen el voto de la mayoría de los mexicanos que según datos del INEGI y las características que engloba a un naco, son la mayoría de votantes y lo que menos necesitamos son caras samaritanas con pensamientos malinchistas que finalmente no vendrán a sumar nada positivo a la comunidad que representen.