Mientras el proceso de selección de Morena, particularmente en Puebla, advierte un cisma en el partido de la 4T por las rivalidades entre los aspirantes a la candidatura al Gobierno del estado, el PAN poblano ya tiene a sus gallos.
Y fue el propio dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, el encargado de destaparlos, a uno ya públicamente, y al otro en lo privado, durante una comida muy cerrada.
Para la gubernatura, el abanderado será, tal como se esperaba, el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, quien presenta los mejores números y en quien desde ya están depositadas las esperanzas de la oposición para poder recuperar Puebla.
Y en el caso del Ayuntamiento capitalino, el elegido es el actual diputado federal Mario Riestra Piña, el aspirante más adelantado.
Sin titubeos, el líder panista fue contundente y aseguró que Lalo es el favorito en las encuestas, por lo que será el abanderado del Frente Amplio por México (FAM) en el estado.
De paso, reconoció a la senadora Nadia Navarro Acevedo, otras de las aspirantes panistas a la candidatura del PAN a la gubernatura en 2024, a quien le recomendó ser generosa para reconocer que las encuestas no la favorecen.
Palabras más, palabras menos, Marko Cortés señaló:
“Al que le falta decir que sí es a Eduardo Rivera, hay que presionarlo duro. Cuando digo que es el mejor perfil para ser el próximo gobernador, me refiero a que es el mejor perfil de toda la oposición, y es mucho mejor perfil que Mier y que Armenta”.
Los testigos del acto fueron los líderes panistas del estado y del municipio de Puebla, Augusta Díaz de Rivera Hernández y Jesús Zaldívar Benavides, respectivamente, quienes encabezaron la inauguración de las nuevas oficinas del PAN poblano, junto con su 84 aniversario.
Lo que sigue en el PAN, me parece, es que Eduardo Rivera empiece desde ahora a aplicar la llamada “operación cicatriz”, pues evidentemente el segundo grupo más fuerte en el albiazul local es el de la diputada federal Genoveva Huerta Villegas.
Y a Doña Geno no la tiene nada contenta el destape que hizo en Puebla Marko Cortés.
Así que lo que a Lalo Rivera la conviene es estar bien con todos los grupos de su partido, a los que, hay que reconocer, sí ha maltratado.
Con esto, el PAN y la oposición por fin se adelantaron en algo a Morena, partido que seguramente batallará a la hora de designar a su candidato o candidata al gobierno, pues son al menos 10, los aspirantes.
Y en ese sentido, no se ve de qué forma pudieran unos y otros sumarse en una sola candidatura, ya sea a la del senador Alejandro Armenta Mier, la del diputado federal Ignacio Mier Velazco, la de Julio Huerta Gómez, la de Rodrigo Abdala Dartigues, la de Olivia Salomón Vivaldo, la de Claudia Rivera Vivanco, o cualquier otra.
Estos líderes cuatroteros, casi todos, están enfrentados.
Ya veremos cómo desenredan la madeja.
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