La visita del América a la ciudad, como siempre sucede, levantó cierta expectación. Debo reconocer que menos que otras ocasiones, quizás por ser inicio de torneo y donde en realidad se juega poco, debió incidir para que no existiera tanta efervescencia; sin embargo, eso no impidió que el Cuauhtémoc albergara a alrededor de 35 mil aficionados, de los cuales, unos 25 mil pagaron boleto.
El resultado adverso del equipo camotero nos deja algunas lecturas que vale la pena ponerlas sobre la mesa.
Lo bueno
El desempeño del equipo, a mi parecer, fue superior al de otros torneos aún y que los resultados como local han sido totalmente adversos.
Me doy cuenta de que Pablo Guede ha logrado infundir en los jugadores un nivel de competencia que hace que todos se tengan que jugar el puesto, pues nadie lo tiene seguro y, para muestra, la ausencia de Ferrareis, por ejemplo, entre otras, donde al DT no le tiembla la mano para incorporar a los jóvenes en la titularidad, llámese como se llame el que venía jugando en el puesto titular.
Al América, aún y con los inconvenientes, le hicieron partido y cerca estuvieron de conseguir el empate, el cual, desgraciadamente, no llegó, sobre todo, desde mi punto de vista, por la inferioridad numérica que sufrió la escuadra desde la primera mitad por la expulsión del lateral Brayan Ángulo.
Si La Franja sale a jugar los partidos restantes del torneo con el mismo ímpetu con el que enfrentó al América, se tienen posibilidades de escalar posiciones.
Lo que desconozco es si esa motivación sea exclusiva por enfrentar a las águilas americanistas o la podrán mantener contra escuadras de menor bagaje.
Lo malo
Como ya es una costumbre, el pésimo trato que reciben los aficionados, en especial los poblanos, al asistir al estadio Cuauhtémoc, el cual se encuentra controlado por el inefable e inmamable Ro(b)a, quien junto con sus espantosas ‘madams’ hacen y deshacen al interior del estadio en contubernio con el administrador del estadio y representante legal del equipo, de apellido Flowers y excorrido del Atlas por malos manejos.
Quejas y quejas de malos tratos abundan, desde venta doble de boletos donde a los lugares asignados se los venden al mejor postor sin importar cómo perjudican al fiel aficionado.
Venta de palcos al que sus dueños asisten poco y mediante los accesos de limpieza saben quién va a ir y quién no para realizar sus fechorías.
En pocas palabras, asistir al estadio Cuauhtémoc es una muy mala experiencia, por no decir pésima.
Lo chusco
La entrevista incómoda realizada por la cadena en decadencia de Fox Sports al “dizque” dueño y prestanombres del Club Puebla, conocido entre la afición y los dueños de los equipos como el “Chómpiras” Jiménez, quien con una cara dura mencionó que los jugadores vienen a Puebla debido a que él les paga bien y puntual (las risas son grabadas) y además por la gastronomía poblana.
Vale la pena aclarar que este “fantoche”, lejos de pagar, cobra alrededor de 500 mil pesos mensuales por aparecer con su carita hojalateada en las fotos del equipo y ser el supuesto dueño del circo.
Bien valdría que en el Puebla ya acabaran con ese engaño, que no llama más que a la risa y pena ajena.
Todo mundo sabe que el “Chompi” no es nadie y menos dueño del Puebla, por lo que me parece excesivo seguir ridiculizando a este pobre ser humano, al que solo lo han desprestigiado.
Algunos dirán que por la lana se trata el desprestigio y creo que pueden tener razón.
Como puede ver, amigo lector y radioescucha, en esta derrota de La Franja al son de 1-2 frente al América sucedió de todo un poco.
La próxima semana, el equipo de Guede visitará Guadalajara para enfrentar al medio hermano Atlas, otro partido que se prestará para el morbo ante los arreglos y dudas que genera la vilipendiada multipropiedad.
Veremos qué deciden los dueños.
Nosotros, veremos y diremos.
Hasta la próxima.
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