La llegada del coronel Félix Pallares Miranda a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) del Ayuntamiento de Puebla fue una propuesta consensuada entre los tres niveles de gobierno, sí, pero fue una proposición directa de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Una propuesta realizada directamente desde el corazón del Ejército mexicano, encabezado por el general Ricardo Trevilla Trejo, secretario de la Defensa Nacional.
Iniciativa que, tanto el Gobierno federal, a través de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, como el Gobierno del estado, encabezado por Alejandro Armenta Mier, y el municipal, que representa José Chedraui Budib, avalaron y palomearon.
Porque fue el Ejército, insisto, el que solicitó el cargo vacante en Puebla capital para poder asumirlo en la persona de uno sus mejores elementos, alguien preparado, con formación impecable en el Heroico Colegio Militar, con buenas cartas credenciales, con excelente conducta castrense y con 29 años y 11 meses de servicio ininterrumpidos en la Defensa, Félix Pallares.
Las fuerzas castrenses del país solicitaron la oportunidad de poder tomar el cargo y hacer trabajo conjunto con la Secretaría de Marina en Puebla, liderada por el vicealmirante Francisco Sánchez González, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Así es como se da ahora la llegada de Félix Pallares, quien es coronel de Infantería, su séptimo ascenso desde 1997, cuando inició su formación militar, con 46 años de edad y originario de la Ciudad de México.
Recordemos que las Fuerzas Armadas del país están integradas por tres instituciones militares permanentes, agrupadas en dos secretarías de Estado que son: la Secretaría de la Defensa Nacional (a cargo del Ejército mexicano y la Fuerza Aérea Mexicana) y la Secretaría de Marina (a cargo de la Armada de México).
Las fuerzas castrenses, en su conjunto, están dedicadas al combate permanente contra el tráfico de drogas, al auxilio y rescate de la población civil ante desastres naturales.
Además, son las instituciones militares constituidas legalmente para garantizar la soberanía, integridad territorial, independencia y seguridad interior del país.
Los elementos de las Fuerzas Armadas tienen la obligación de colaborar con las autoridades civiles para auxiliar a la población en situaciones de emergencia social, además de promover acciones cívicas y de beneficio comunitario.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, es la comandante suprema de las Fuerzas Armadas, con facultades para disponer de ellas cuando así lo considere; sin embargo, la ley señala que la autorización de sus acciones está supeditada al Senado de la República.
Un tema clave en la designación del nuevo titular de la SSC es otro nombramiento que se dará a la par, el de Víctor Pascual Ávila Andrade, quien asumirá el cargo de director general de Despliegue Territorial en la Policía Municipal.
Y es que Ávila Andrade ya fue secretario de Seguridad de municipios como San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan, así como director de Tránsito en la propia SSC de la capital poblana.
Lo que implica que no habrá desconocimiento alguno de la ciudad, en el caso del coronel Félix Pallares, quien ha sido representante del Ejército en estados como Michoacán.
La pregunta del millón, desde luego, es: ¿será el coronel Félix Pallares el antídoto contra la inseguridad en el municipio más importante de la entidad?
Porque las cifras en materia de inseguridad en la capital son frías y contundentes, toda vez que durante el primer bimestre de 2025 la incidencia delictiva en Puebla aumentó un 7.9%, en comparación con el mismo periodo de 2024.
Según datos de la Fiscalía General del Estado (FGE) se registraron 13 mil 458 delitos en los primeros dos meses del año, 987 casos más que en 2024.
De estos, se registraron 123 homicidios dolosos, una cifra similar a la de 2024, mientras que los feminicidios aumentaron de cinco en 2024 a seis en 2025.
El robo también se incrementó, pues se denunciaron 5 mil 508 en total, un aumento del 6.6% respecto al año anterior. El robo de vehículos automotores creció un 31.5%, con mil 892 denuncias (454 más que en 2024).
El robo de coches de cuatro ruedas aumentó un 22%, con mil 246 denuncias, así como el robo de motocicletas, el cual creció un 54%, pasando de 418 a 646 denuncias.
A pesar de todo ello, también se registró la disminución de algunos delitos como el robo a casa habitación con violencia, el cual bajó de 53 a 42 casos; el robo a transportista con violencia, mismo que descendió de 396 a 258 denuncias.
Asimismo, el robo a negocio con violencia, el cual pasó de 425 a 343 denuncias, el robo a transeúnte en la vía pública con violencia, mismo que se redujo de 573 a 553 casos. Y el robo a institución bancaria, que pasó de dos a un caso.
Las denuncias por fraude disminuyeron en un 15.4%, de 911 a 770 casos. Sin embargo, aumentaron los delitos contra la libertad y seguridad sexual, pues se registró un aumento del 25% en las denuncias.
El acoso sexual aumentó de 57 a 72 denuncias, la violación simple subió de 44 a 85 denuncias, mientras que otros delitos contra la libertad y seguridad sexual pasaron de 86 a 271 casos.
Lamentablemente, el abuso sexual apenas disminuyó de 152 a 147 denuncias.
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