El panismo poblano y sus pocas autoridades en Puebla están en franca decadencia, por lo que ya no les importa ni la capital que aún gobiernan, ni mucho menos los ciudadanos, ni su seguridad, ni su salud, ni su bienestar.
Los panistas están más preocupados en la disputa por la dirigencia estatal de su partido, la cual se renovará en breve, que en la gobernabilidad y la paz social de la ciudad.
Por algo el PAN y sus gobernantes lo perdieron todo en los pasados comicios del 2 de junio, en los que Morena y sus candidatos, ya hoy funcionarios electos, les pasaron por encima.
La noche de ayer quedó otra vez claro por qué el PAN perdió el Ayuntamiento de Puebla y gran parte de la zona conurbada.
Y es que, alrededor de las 9:40 de la noche, el propietario del restaurante-cantina “La Sesenta&9”, ubicado en Matamoros 21-A, de la colonia La Paz, fue brutalmente golpeado y asaltado, a mano armada, junto con seis personas más que se encontraban en su negocio.
Dos sujetos encapuchados, con cubrebocas, de entre 28 y 30 años, armados con pistolas, ingresaron violentamente al lugar, amagando a quienes allí se encontraban, para despojarlos de todas sus pertenencias.
Los ladrones ingresaron por la puerta principal, apuntando y encañonando a los comensales y al personal del lugar, el cual no pudo hacer nada porque también fue amenazado con “meterles un pinche balazo”.
Acto seguido, ordenaron que todos entregaran celulares, relojes y carteras, además de los bolsos de las damas que estaban en el lugar, o de lo contrario habría muertos.
El propietario del restaurante alcanzó a decirles “tranquilos, no se van a resistir, solo no lastimen a nadie”.
Sin embargo, el sujeto más violento, de inmediato lo golpeó varias veces en el rostro, provocándole fractura de nariz y que la boca le reventara, por lo que se quedó sangrando, quieto por la golpiza, mientras que al resto de los comensales y al personal del lugar se le ordenó ingresar a un privado sin que intentara nada, porque si no, “se los cargaba la chingada”.
Los asquerosos ladrones limpiaron el lugar, se llevaron las pertenencias de todos los clientes, la venta del día y amenazaron con tirar de balazos si alguien intentaba algo.
El violento asalto se dio en una de las colonias más importantes y tradicionales de la ciudad de Puebla, a una hora en la que aún hay gente haciendo ejercicio en la calle y paseando a su mascota.
Afortunadamente, en el restaurante no había niños, ni personas de la tercera edad, por lo que al menos eso ya fue una ganancia.
Empero, el hecho es que mientras el gobierno de la ciudad y sus funcionarios se dedican a hacer política, a organizar una nueva guerra interna en el PAN para medir fuerzas y satisfacer sus intereses, en el municipio de Puebla, en la calle, incluso en sus mejores colonias, la inseguridad crece y va en aumento.
Y mientras, los ciudadanos que se chinguen, porque no hay quién los defienda, están a merced de la delincuencia.
Los agresivos y peligrosos delincuentes salieron caminando del lugar y así, también, tomaron rumbo desconocido, porque, al parecer, ya los esperaba un automóvil que se perdió entre las calles de la zona.
Me pregunto ¿qué carajo hace la autoridad municipal, la policía y nuestros gobernantes para ayudar al indefenso ciudadano que lo único que hace es tratar de comer, beber o divertirse en lugares donde pareciera que hay seguridad?
Ayer no hubo heridos, gracias a Dios, ¿pero si los hubiera habido, a quien le importa?
¿Es justo que sigamos viviendo esto en Puebla?
Señor presidente municipal, Adán Domínguez Sánchez, haga algo por la seguridad de los poblanos.
No puede estar pasando esto en el municipio más grande importante de Puebla.
Demuestre que desea cerrar bien su ciclo y entregar buenas cuentas.
¿Hasta cuándo tendremos que soportar los poblanos para que las cosas mejoren en la ciudad, hasta que entre en funciones el próximo gobierno de Pepe Chedraui?
Ayer fue el dueño y los clientes de “La Sesenta&9”, ¿mañana quién será?
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