Nada resultó, todas las buenas intenciones que se tenían con la llegada de un hombre decente y trabajador como Rafael “Chiquis” García han quedado para mejor ocasión.
Se trató, de acuerdo al mísero presupuesto con el que cuenta el Club Puebla, de armar un equipo con jugadores más o menos jóvenes, pero que contaban con la titularidad en sus respectivos equipos, y se pensaba que juntando esos talentos jóvenes se podría armar una escuadra que diera la batalla.
Sin embargo, las circunstancias que rodean al Puebla, las fracturas a nivel directivo, la lucha por el poder interno donde se prioriza el negocio mal habido y las relaciones extramaritales, han liquidado la estructura interna del equipo camotero, lo cual terminó por alcanzar la parte interna de vestidor, donde tanto algunos jugadores como parte del cuerpo técnico no son ajenos a estas disputas antes mencionadas.
Viéndolo fríamente, la verdad es difícil competir en el máximo circuito teniendo un plantel con nivel de Liga de Expansión, lo cual termina por arrastrar tanto a la directiva así como al cuerpo técnico, sea el que sea. Ya fracasó Guede, llegó Hernán Cristante, a quien sus cercanos le advirtieron que no viniera.
Sin embargo, todos minimizan cuando se les advierte la porquería que rodea al Puebla y piensan que son grillas deportivas. Desgraciadamente para ellos, cuando llegan y abren los ojos se dan cuenta que todo lo que se les dijo se quedó corto y posteriormente vienen los arrepentimientos.
Sin que sea el culpable, pues sería inapropiado endilgarle el mal paso de La Franja, la verdad es que Cristante suma ya casi tres años sin ganar un partido en Primera División, lo cual sin duda debe preocuparle al DT argentino, pues si no mejora su productividad podría estar viviendo su “Last Dance” en el máximo circuito.
A la fecha, el Club Puebla suma 8 derrotas en 11 partidos, lo cual pone los pelos de punta a la lastimada afición poblana, la cual ya está acostumbrada a ser maltratada tanto en resultados como en la pésima experiencia que significa asistir al estadio Cuauhtémoc, donde los empleados comandados por el patético Ro(b)a maltratan, golpean, escupen y dejan a los aficionados, abandonados a su suerte bajo la lluvia, sin abrir los accesos según lo planeado.
Video: Especial
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En el Puebla, el aficionado es lo de menos, es un simple estorbo para los que manejan al Club Puebla, donde lo único importante es seguir el ejemplo de Ro(b)a (robar, llenarse la bolsa de dinero, llenar las oficinas de amantes y comprarles desde coches hasta departamentos, realizar fiestas y ponerse hasta el “gorro” en las mismas).
La gente en Puebla está cansada, agotada y desesperada, pues aun cuando por todo lo narrado líneas arriba no asista en gran medida al estadio, la verdad es que sí está pendiente del acontecer con su equipo.
Honestamente, y después de 50 años de estar al pendiente del desarrollo de nuestra escuadra, jamás de los jamases habíamos vivido una situación como la actual, donde el equipo y su entorno es una piltrafa. Situación que no la digo yo, sino que es el sentir del aficionado poblano.
Ojalá en algún momento las cosas cambien, pues de verdad Puebla no merece la situación que se está viviendo con el Club Puebla.
Quedan algunos partidos por delante, empezando por Querétaro el próximo fin de semana, donde por cómo vienen actuando estos dos equipos, la cosa no pinta nada bien.
Es cuanto. Nosotros, como siempre, seguiremos en línea.
Hasta la próxima.
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