Este martes cuando en los cuadernos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) se inscriba el nombre de Jorge Estefan Chidiac como su nuevo secretario en Puebla. Sin embargo, mientras algunos esperan con expectación su entrada en funciones, hay uno que seguramente no duerme tranquilo: el ex secretario Melitón Lozano Pérez .Y no es para menos, pues la llegada de Estefan Chidiac augura una revisión exhaustiva de todas las acciones llevadas a cabo durante el mandato de Lozano en la dependencia.
Las palabras clave son claras: “negocios” y “tranzas” por lo que se espera que se escudriñen minuciosamente las decisiones tomadas por Lozano,incluyendo beneficios a allegados, incrementos salariales, comisiones dudosas,otorgamiento de bases, y el ingreso de “aviadores” a la nómina, entre otras prácticas poco transparentes.
Jorge Estefan tiene claro su objetivo: darle resultados al gobernador, Sergio Salomón y limpiar la casa. Y eso implica no dejar piedra sin remover, y examinar la impunidad de aquellos que aprovecharon su paso por la SEP para enriquecerse o beneficiar a sus allegados.
Lozano puede esperar que cada sombra de su gestión sea expuesta a la luz pública y que ninguna acción del pasado quede sin revisar. Para eso Estefan Chidiac ya tiene la ruta muy bien definida y va por todas las cabezas que aún tiene Melitón en la SEP, desde las mujeres y hombres que fueron colocados para trabajar en su proyecto político, hasta los aumentos de sueldos,comisiones, bases y apoyos a pseudo reporteros.
Melitón Lozano, si es que posee algo de prudencia, debería estar en alerta e ir aprendiendo la tonada de las golondrinas, en lugar de
esperar a ser llamado y reclamar sobre los procesos de Morena, pues su destino político y legal pende de un hilo, y no hay guitarra que pueda tocar para desviar la atención de las potenciales consecuencias que se le avecinan.En este juego de ajedrez político, Melitón Lozano está en jaque y está en la mira de Estefan.
Los cambios también podrían afectar a varios titulares de escuelas, dependencias e instituciones que han utilizado su puesto para convertirse en operadores políticos y para darle trabajo a sus familiares y amigos subiéndolos de categorías y otorgando canonjías que generan la molestia y el repudio de los maestros y otros directivos. Mientras todo esto ocurre, suena un blues. El blues de Melitón, que pasó de aspirar a la gubernatura de Puebla a ser un relegado de su partido y sujeto de investigación por su gestión frente a la SEP. Al tiempo.
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