La Zona Metropolitana de Puebla se encuentra llena de baches, plagada de extorsiones y hundida en la inseguridad. Y es que echarle la culpa a los gobiernos que están ya casi por salir no es necesario, basta con ver el nulo trabajo con el que están concluyendo.
Empezamos por la capital, la ciudad de Puebla, que tras las fuertes lluvias se ha quedado llena de baches en la mayoría de sus colonias, la todavía administración de Adán Domínguez, que, por cierto, muchos poblanos no saben ni quién es el actual alcalde, es referencia del mal manejo de los recursos, pues algo tan necesario como el bacheo no se está realizando.
Usted recordará el final de la administración de Claudia Rivera Vivanco, una en la que se veía todo, menos el trabajo del Ayuntamiento, es decir, uno de los peores finales para Puebla; pues ahora la historia se repite, aunque con otro partido y otro presidente, esto indica que el buen trabajo no depende de qué color gobierne, sino de quién está al frente.
Después nos vamos a la zona de San Pedro y San Andrés Cholula, municipios igual de importantes que la capital por la relevancia económica que tienen y sí, también por sus actos de corrupción y extorsiones a propios y extraños.
Los fines de semana representan para los corruptos elementos de Tránsito y Vialidad de ambos municipios, un festín para sus bolsillos, pues tenemos historias desde el joven que salió de fiesta y lo amedrentaron con quitarle su vehículo, hasta aquellos que tienen que dar “mordida” porque la amenaza es “¿prefieres pagar 10 mil de multa, más lo que se acumule, o mejor apoyar a la causa?”
Y no, claro que no es justificación manejar en estado de ebriedad, sin embargo, el ABUSO para hacer negocio con operativos en los que los directivos les exigen cobros a los elementos, se sabe, de manera semanal y quincenal, ha traspasado cualquier operativo de alcoholímetro por más normado y reglamentado que esté, tan es así que ni siquiera se emplean las pruebas de alcoholemia, pues los agentes de Tránsito, la mayoría de las veces, no las aplican.
Edmundo Tlatehui dejará a San Andrés Cholula en manos de su esposa, Lupita Cuautle; San Pedro Cholula con Paola Angón, quien pasará el mando a Tonantzin Fernández, y es que esperemos que, por el bien de ambos municipios, se haga una revisión y un reajuste en los operativos de alcoholímetro, que si bien son necesarios, se han convertido en la caja chica de sus directivos corruptos.
Y finalmente, la INSEGURIDAD, que no es exclusiva de unos cuantos municipios, pero que hace pensar mal, otra vez, de los elementos de seguridad; para muestra, un asalto a mano armada registrado hace unas semanas en la colonia La Paz, en el que minutos antes de ejecutarse, uniformados de la Policía Municipal hicieron varios rondines, para que cuando el desafortunado hecho ocurriera, ni una patrulla apareciera, ¡que conveniente!
Es así como entre baches, extorsiones e inseguridad, están culminando administraciones que prometían marcar la diferencia para bien y no lo lograron. Esto significa que Pepe Chedraui, Lupita Cuautle, Tonantzin Fernández y un gran número de presidentes y presidentas electos, encontrarán un desaseo importante y que tendrán ellos que corregir.