Se antoja difícil que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cumpla y ejecute a cabalidad su promesa de echar a andar un sistema deportaciones masivas en agravio, particularmente, de los migrantes mexicanos; sin embargo, los poblanos debemos estar preparados.
Y preparados para todo, incluso para lo peor.
Porque si bien el gobernador del estado, Alejandro Armenta Mier, ya anunció que su administración emprenderá una serie de programas y medidas para recibir y apoyar a los poblanos que sean repatriados, tales como el apoyo para adquirir viviendas y empleo, lo cierto es que el problema es más profundo y complejo.
De entrada, habrá que señalar, insisto, que el presidente número 47 de los Estados Unidos ya anunció las nuevas disposiciones de su gobierno, las cuales repercuten directamente en México.
Advirtió sobre “una emergencia nacional en la frontera”, por lo que enviaría soldados a la franja limítrofe a fin de parar la desastrosa invasión de Estados Unidos, por lo que iniciaría el proceso de deportar a millones de “criminales extranjeros” a los lugares de donde vinieron.
Asimismo, destacó que reimplantaría el programa “Quédate en México” para que los peticionarios de asilo en Estados Unidos esperen al sur de la frontera el trámite de su solicitud; que otorgaría a los carteles la categoría de organizaciones terroristas internacionales y que, de ser necesario, incursionaría en territorio mexicano para eliminarlos.
El presidente Donald Trump amenazó, además, con imponer aranceles de 25% a Canadá y México a partir del próximo 1 de febrero.
Ante el negro panorama de México ante los Estados Unidos, el Gobierno del estado está obligado a replantear las respuestas a las amenazas de Donald Trump, ya que el recibir a cientos y miles de migrantes deportados requiere de recursos millonarios, programas especiales, espacios de trabajo, seguridad social, entre muchos otros factores.
Una buena estrategia del gobernador Alejandro Armenta para apoyar a los migrantes poblanos sería reencausar el proyecto de “Mi casa es Puebla”, mismo que anunció el año pasado tanto en Puebla como en Estados Unidos.
Las sedes de Mi Casa es Puebla, la cual se instalará en Los Ángeles, Nueva York, Chicago y el Itsmo de Tehuantepec, podrían convertirse en casas gestoras donde se podría regularizar de alguna forma la estancia y la actividad de nuestros connacionales.
¿Por qué no pensar en legalizar la estadía de los poblanos en los Estados Unidos mediante un programa especial, un acuerdo comercial (con tiempos y espacios marcados) y un pacto laboral propuesto por el Gobierno del estado a los Estados Unidos?
El gobernador poblano inició esa ruta de trabajo en conjunto con Nueva York desde el año pasado, pues quedó abierta la posibilidad de firmar un convenio de colaboración entre Puebla y la Universidad Municipal de Nueva York (CUNY), a fin de concretar intercambios académicos y permitir que los estudiantes poblanos viajen a Estados Unidos a capacitarse en temas de tecnología.
Alejandro Armenta habló en su momento con Héctor Lora, alcalde de Passaic Nueva Jersey, para compartir con la comunidad migrante sus planes y proyectos para impulsar un programa integral de apoyo para los migrantes repatriados.
No hay duda de que la mano de obra de los mexicanos, sobre todo la de los poblanos, es una de las mejores, de más calidad y más demandadas en la Unión Americana.
De hecho, habrá que recordar que la comunidad migrante de Puebla es considerada la más grande de los mexicanos que viven, por ejemplo, en el área metropolitana de Nueva York.
Tan solo de los más de 62 millones de migrantes latinos que viven en los Estados Unidos, al menos el 62%, algo así como 37 millones de personas, son mexicanos o de origen mexicano.
En Nueva York, los latinos representan el 28.3% de la población total del área metropolitana, por lo que son ya el segundo grupo racial más importante.
Es por ello que el español es la segunda lengua más hablada en Nueva York y en todo Estados Unidos, después del inglés. Además, hay 2.4 millones de latinos, de los cuales los mexicanos representan el 16% (384 mil).
Un dato importante es que la mayoría de la población mexicana residente en el área metropolitana de Nueva York es originaria del estado de Puebla, Oaxaca, Guerrero y la Ciudad de México.
Los poblanos que radican y trabajan en Nueva York suman alrededor del 43.99% del total de mexicanos, es decir, 168 mil 576, por lo que son la comunidad más grande en esa región de los Estados Unidos.
A ello se atribuye que a Nueva York se le llame “Puebla York”, y por ello la importancia de que el gobernador Alejandro Armenta atienda y apoye el llamado de los migrantes poblanos que viven en los Estados Unidos.
De hecho, la mayor concentración de población latina está ubicada en el Bronx (el 56% de la población total es de origen latino), mientras que los mexicanos se han asentado principalmente en Brooklyn y Queens.
Los mexicanos se ubican en áreas de bajo ingreso, donde las rentas son más baratas, por lo que están ubicados en East Harlem, en Manhattan; Mott Haven, North New York, Belmont y Fordham Heights, en el Bronx; Jackson Heights, Elmhurst y Corona, en Queens; Sunset Park, Windsor Terrace y Bushwick, en Brooklyn y Port Richmond, en Staten Island.
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