Está claro que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) será el “gran elector” de cara al proceso electoral del 2024, cuando se elija a su sucesor, se renueve el Congreso de la Unión y se definan nueve gubernaturas.
Porque de acuerdo con la convocatoria de Morena para la designación de los candidatos en los nueve estados, serán los consejos estatales los encargados de designar a los cuatro aspirantes entre los que se definirá al abanderado de cada estado.
Empero, el presidente vía los consejos y el resultado de las encuestas, tal como sucedió con la designación de Claudia Sheinbaum Pardo, quien se convirtió en la coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación por la misma ruta, será quien defina.
Y aunque el de la ex jefa de Gobierno de la CDMX fue un proceso por demás cantado, al final el resultado de las encuestas, impulsado por AMLO, fue el que designó a Claudia como la próxima candidata a la Presidencia de la República por Morena.
El caso es que en la designación de los candidatos a las nueve gubernaturas en las que habrá elecciones, el presidente también lleva mano.
Insisto, el mandatario, a través de los gobernadores y los consejos estatales de Morena.
Porque aún no está dispuesto a ceder el poder por completo a Claudia, aún no es tiempo.
Más bien es una negociación entre el presidente y los gobernadores de los estados donde habrá elecciones.
Anoche, trascendió que hubo jaloneos y pellizcos durante la integración de la convocatoria de Morena; sin embargo, por fin quedó terminada y publicada.
El documento señala que los próximos 25 y 26 de septiembre los aspirantes deberán realizar su registro en línea para manifestar su aspiración y que sean tomados en cuenta por el consejo estatal.
Posteriormente, el 27 y 28 del mismo mes deberá sesionar el máximo órgano de Morena en cada estado para definir a los cuatro aspirantes que serán medidos en las encuestas. Y el 30 de octubre se dará a conocer al ganador o ganadora.
Un dato importante que marca la convocatoria de Morena es que si en el estado, por la designación de las otras ocho entidades, es necesario el nombramiento de una candidata, entonces se tendría que sacrificar al más competitivo.
Un movimiento, desde luego, que tampoco garantiza el triunfo de la 4T en los estados, toda vez que el cambio se haría solo para privilegiar al género.
Afortunadamente para los aspirantes, la convocatoria no les exige renunciar a sus cargos, aunque ya algunos como Alejandro Armenta Mier anunciaron que por congruencia sí lo harían.
Con la publicación de la convocatoria la guerra interna en Morena, a pesar de la prohibición de los ataques entre correligionarios, empezó.
¿Quién será el elegido o la elegida?
¿Qué le dicen sus encuestas a cada uno?
¿Se van a sumar si no son electos con el que sea el candidato o candidata?
¿Están dispuestos a levantarle la mano?
¿O buscarán algún otro cargo, como diputación federal, local, regiduría o presidencia municipal, como premio de consolación?
El gobernador poblano, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, juega con dos gallos: Olivia Salomón Vibaldo y Julio Huerta Gómez, ambos bien vistos por Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, Alejandro Armenta sigue a la cabeza de todas las encuestas, mientras que Ignacio Mier Velazco no se deja. Olivia está convencida de que si es mujer la candidata de Morena será ella, aunque aún está Claudia Rivera Vivanco, quien todavía empuja y sueña.
Julio Huerta espera que Claudia tome el control del proceso de selección y de Morena, para que lo siga empujando y lo metan a las encuestas.
Qué tal, ¿a poco no será una guerra sin tregua el proceso de Morena?
Ya verán que sí.
Mientras tanto, hagan sus apuestas, señores.
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