Y no, no se trata de alarmar sobre los alcances del COVID-19.
No se trata de ser pesimista ni fatalista.
Pero la verdad es que los pronósticos de expertos como CARDANO Análisis Estratégico, se acercan mucho a lo que ha estado pasando.
Pero lo peor es que se acercará seguramente a lo que pronostica para el futuro.
El caso es que la pandemia estará en México al menos dos años.
Lo dijeron hace meses en Europa, pero México lo desestimó.
Los españoles se han preparado para pasar sus navidades recluidos, igual que los alemanes.
Pero México, no.
¿Por qué tendemos a desestimar los pronósticos? Porque nunca nos ha gustado ver nuestra realidad.
Siempre decimos “primero Dios, no pasará”. “Que ni lo mande dios”. “Primero Dios, todo pasará pronto”.
No, señores. Respeto su fe, pero poco tiene que hacer aquí cualquier deidad. Las pandemias -lo ha demostrado la historia- no son alejadas por los dioses del Olimpo, sino por la ciencia médica. El comportamiento social. Sobre todo, la sanidad, la limpieza.
Qué ironía.
Todo eso y solo se resuelve con distancia, agua, jabón y educación -para observar las medidas preventivas.
Educación. Sentido común. Ambas, poco comunes en nuestro país.
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