Después de la derrota del pasado 2 de junio, ningún panista se había atrevido a levantar la cara y mucho menos alzar la voz ante Morena, hasta que ayer el aún presidente municipal de Puebla, Adán Domínguez, lo hizo de manera pública en su Informe de Labores.
Sus palabras combativas contrastan mucho con la de la inmensa mayoría de panistas que siguen en shock o tienen miedo de hablar y mucho menos de retar a Morena.
Pero Adán Domínguez lo realizó con una reflexión totalmente cierta: la política es una rueda de la fortuna.
Y en eso tiene toda la razón.
Hoy Morena goza las mieles del poder que construyó Andrés Manuel López Obrador desde hace varias décadas y por eso no se vislumbra ningún indicio de debilidad en el partido del expresidente.
Pero Adán Domínguez y los propios militantes de Morena saben que el poder no es eterno y hoy les toca disfrutar de la luna de miel con la mayoría de la población.
Lo valioso de las palabras de Adán Domínguez, es que por fin se levantó una voz opositora al régimen morenista.
No sabemos si le vaya alcanzar o no.
Si cumplirá o no su promesa de regresar a un cargo público.
Pero ya alzó la mano y la voz para encabezar la oposición en Puebla en el corto plazo.
Y esa actitud, en estos tiempos, está ausente de la mayoría de panistas que ven con temor a Morena.
Así que de una vez anote a Adán Domínguez como uno de los principales opositores a los Gobiernos de Morena a partir del 15 de octubre cuando deja el cargo y se perfilará la ganar la dirigencia estatal del PAN.
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