Cuántas veces escuchamos a los militantes y líderes de Morena criticar el uso del fuero por parte de representantes del PRI y PAN, para evadir la acción de la justicia.
Justo eso ocurrió en el caso del diputado federal y candidato por el mismo cargo, Saúl Huerta, para conseguir su libertad después de ser detenido por intentar abusar sexualmente de un menor de 15 años en un hotel de la Ciudad de México.
¿Cómo se llama eso?
Doble moral.
Si Saúl Huerta tuviera tantita dignidad hubiera enfrentado detenido el proceso para demostrar su inocencia plenamente.
¿Por qué no lo hizo?
Obviamente recurrió el fuero como su arma constitucional, esa que tanto critican los militantes de Morena.
Evidentemente que Morena se aplica la doble moral y cuando alguien de su partido comete una falla o un delito tratan de justificarse, se tiran al piso, acusan ataques políticos, pero en ese partido no son capaces de aceptar sus propios errores y asumir sus consecuencias.
Si Saúl Huerta tuviera tantita decencia debería renunciar a su candidatura y enfrentar la denuncia del menor por el intento de abuso sexual hasta sus últimas consecuencias.
Pero sabemos que no lo hará.
Saúl Huerta vivirá con el escándalo para siempre y aunque gane la elección el próximo 6 de junio y repita otros tres años en el cargo, siempre vivirá con ese señalamiento de haber intentado abusar sexualmente de un menor de edad en un hotel de la capital del país.
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