En los primeros meses de su estancia al frente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Raciel López, recibió el reconocimiento público en diversas ocasiones por parte del gobernador, Miguel Barbosa, por los resultados en la dependencia.
El número de bandas desarticuladas y la captura de peligrosos delincuentes por parte de la SSP hacían suponer que el chiapaneco hacia un trabajo con resultados positivos en el combate contra la delincuencia.
Sin embargo, algo muy grave ocurrió con Raciel López y toda la estructura que trajo de Chiapas y que quería incrementar con otras 200 personas en puntos clave de la SSP.
Gente que conoce de cerca el tema de la salida de Raciel López asegura que desde la SSP empezaron a cometer todo tipo de excesos y, sobre todo, actos fuera de la ley.
Por ejemplo, para incrementar el número de personas detenidos y la captura de “supuestos delincuentes peligrosos”, se les “sembraba” droga conocida como cristal y se les inventaban cargos dentro de estructuras criminales que no correspondían con la realidad.
Es decir, ante la captura de un narcomenudista, de manera inmediata se les atribuían ser “el principal operador”, el “segundo en importancia”, el “encargado de la estructura criminal”, entre otros cargos inexistentes para alcanzar un mayor impacto mediático, pero en realidad se trataba de criminales de bajo perfil y sin reales responsabilidades dentro de los grupos criminales.
Los excesos cometidos por los “cuerpos” especiales como el caso de Huauchinango y otros tantos reportados en la SSP fue otro síntoma de que ya varios policías estatales operaban con total impunidad y fuera de control legal.
Hay un caso que quizá pronto salga a la luz pública y hace referencia a la recuperación de un tráiler robado por parte de la SSP y cuando los dueños de la unidad lo ubicaron gracias al GPS detectaron que estaba dentro de instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública pero ya sin la mercancía.
El tiempo del robo y el de recuperación de la unidad no permitió que los ladrones sacaran la mercancía y siempre estuvo bajo resguardo de los policías estatales, por lo que los dueños del tráiler no dudaron en señalar a los uniformados como responsables de saquear la unidad.
Y así pronto podrían salir a la luz otros actos ilegales que hicieron que el gobernador, Miguel Barbosa, perdiera la confianza en Raciel López y ordenara su despido.
Sobre el relevo aún se manejan varios nombres para ocupar el cargo.
Se espera que esta misma semana se haga el nombramiento.
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