Por Manuel Carmona *
El ambiente político en Puebla poco a poco comienza a calentarse.
Aunque en este momento la ley prohíbe la promoción con fines electorales, porque aún no empiezan las precampañas y menos las campañas, propiamente dicho, la guerra de anuncios espectaculares ya está a todo lo que da, sin ningún recato.
¿Imagínense, nada más cómo se pondrán las cosas cuando se pueda hacer publicidad sin restricciones?
Seguramente día y noche veremos candidatos hasta el infinito y más allá.
Por lo pronto, la semana pasada y lo que va de ésta ha sido copiosa en pronunciamientos a favor del aún rector de la BUAP, Enrique Agüera.
En mi anterior colaboración expuse con todo detalle por qué considero que independientemente del enorme abanico de aspirantes a candidaturas, Enrique Dóger, será el rival a vencer en el proceso electoral de este 2013, en Puebla.
También advertí por qué supongo que esta vez no tiene previsto dar un paso atrás en sus aspiraciones.
De ahí que las diversas adhesiones políticas en pro de la candidatura a la alcaldía por el municipio de Puebla a favor de Enrique Agüera indiquen también de manera contundente que el rector ya tomó una decisión: Seguir adelante en su carrera política fuera de la BUAP.
Después de mucho meditarlo ha resuelto… cruzar el rubicón.
Cuidadoso de las formas, como es, si no tuviera interés en participar, nunca hubiera permitido el arranque formal de la feria de los “destapes”.
Administrador de profesión, Agüera, es afecto a la planeación, al cálculo y a la precisión en sus movimientos, de ahí que lo que sigue ahora es definir dónde, cómo y cuándo reconocerá oficialmente sus aspiraciones políticas.
En resumidas cuentas, lo que sigue es su destape, el cual ocurrirá no cuando los medios de comunicación o la clase política quieran que sea, sino cuando a él más le convenga.
Definitivamente, lo más relevante de estos últimos días fue el mensaje inobjetable para que ya no queden dudas que Agüera también está dispuesto a librar la batalla de 2013.
La suerte está echada.
Será una lucha de poder a poder.
Un choque de trenes que será de antología.
Ninguno de los dos entra a esta competencia pensando en perder.
Los dos saben perfectamente de sus fortalezas y oportunidades, pero…
Nadie conoce mejor las debilidades de Dóger, que Agüera.
Nadie conoce mejor las debilidades de Agüera, que Dóger.
Estas dos figuras, en el 2013 librarán su última batalla.
Quien la gane quedará estratégicamente bien ubicado en el tablero del ajedrez político local y con boleto en la mano para jugar la sucesión a la gubernatura en 2018.
Quien la pierda, su única opción posible será la jubilación política.
La guerra por la candidatura entre los Enriques es inevitable…
* El autor es consultor asociado en la agencia Hera Comunicaciones, asesores en marketing electoral www.fabricantesdedioses.com.mx