* Negocio con taxis no autorizados en la CAPU
Las cosas en Puebla para el Partido Revolucionario Institucional rumbo al 2012 no serán miel sobre hojuelas. Y es que el abanico de aspirantes a obtener una de las dos candidaturas al Senado de la República se trasforma de manera continua. Permanente vaya. Y como era de esperarse el número de quienes levantan la mano crece a pasos agigantados.
Ya se sabe que Blanca Alcalá será de las primeras en recordar que la busca. Que quiere ser. Sin embargo está demasiado fresco en la memoria de los poblanos el bajo número de puntos obtenidos como la primera presidenta municipal de Puebla, posición de la que no supo obtener rentabilidad ni política ni social.
Fernando Morales, el diputado federal que es también dirigente de la CNOP será sin duda uno más en la lista, aunque se aferre a negarlo. Sus giras al interior del estado bajo el argumento de la renovación de los 217 comités municipales del sector así lo confirman, aunado a su aguerrido discurso en un claro enfrentamiento con la dirigencia estatal tricolor que encabeza Juan Carlos Lastiri Quiroz.
De ello dan cuenta sus palabras, expresiones más que subidas de tono en la reuniones privada que sostiene con los priístas de cada región que visita, donde además de advertir que “no tiene pelos en la lengua”, reconoce que su presencia y dicho incomoda a muchos pero, le vale.
En reiteradas ocasiones ha catalogado como inaceptable que desde este momento en el PRI se estén peleando las candidaturas, cuando es un partido que está en “pedazos, como una lagartija a la que le cortaron la cola y mueve el resto del cuerpo sólo por inercia”.
El mensaje tiene un claro destinatario.
El caso de Morales Martínez tienen que analizarlo aparte. Y es que nadie puede hacer de lado el fuerte peso que en la decisión final sobre las candidaturas tendrá Melquiades Morales Flores, el ex gobernador poblano, padre del diputado federal y uno de los políticos más fuertes y respetados en Puebla.
Sin embargo, de todos quienes se han venido sumando en esta lista, llama la atención una persona. Una sola. Alberto Jiménez Merino, también diputado federal.
Y llama la atención por cuestiones más que simples. Juzgue usted. Mientras Blanca Alcalá le apuesta a su amistad con el nuevo Secretario de Finanzas del CEN del PRI, Jorge Estefan Chidicac, a su pobre trabajo político en la capital y a continuar vendiendo el trillado y cursi discurso de la equidad de género; mientras Fernando Morales recorre el estado con discursos incendiarios y sabe de la enorme ventaja que le otorga su apellido, Jiménez Merino tiene una sola carta de presentación que lo ha respaldado como nadie en Puebla: su trabajo real.
Nadie hay que pueda escatimarle a Alberto Jiménez Merino, ingeniero de profesión, oriundo de la mixteca poblana y conocedor como pocos del campo, sus bondades y potenciales sin explotar, que es un hombre forjado en el trabajo.
Los resultados, su lealtad al priísmo y talento le han permitido rebasar los ya tan desgatados “ismos”. Lo mismo trabajó con Melquiades Morales que en el gobierno priísta apenas concluido. Muestra clara de su institucionalidad la dio apenas hace unos meses, cuando en un afán de no desgastar más al tricolor, aceptó declinar a favor de Lastiri Quiroz y hacer a un lado su intención de erigirse como presidente estatal del PRI.
Bien, pues este personaje también ha levantado la voz en busca de una candidatura al Senado, sin duda tiene los méritos, trabajo y reconocimiento de la gente, así que habrá que ver como pintan las cosas en el PRI para el 2012 y qué determinación tomarán quienes llevan las riendas de ese instituto político.
Espero sinceramente que no se equivoquen.
Scrabble Político
Resulta que un número importante de taxis no autorizados se estacionan afuera de la Central de Autobuses, CAPU, lo que genera un terrible caos vial, tanto que las autoridades responsables en el municipio se dieron a la tarea de realizar un operativo la semana pasada, para de alguna manera dar respuesta a los reclamos de los automovilistas afectados.
Hasta ahí el asunto estaría más que bien. Sin embargo un detalle llama la atención. Poderosamente. Los taxis no autorizados regresaron al día siguiente a instalarse en el mismo lugar y con la misma genta, bajo una importante premisa, el pago de una nada módica cuota de mil pesos diarios a cambio de no ser molestados. Cantidad negociada por los líderes de este sector, obviamente.
La peor parte es que alguien está haciendo jugosos negocios en la Dirección de Tránsito Municipal sin que el titular del área, Gilberto Loya, procedente de Chihuahua, se entere de cómo diantres está el movimiento.
Si, a sus espaldas el dinero llega constante y sonante, enriqueciendo ilícitamente un bolsillo, que no es el suyo, y todo porque parece que los viejos lobos de mar que le rodean están decididos a demostrarle que pueden más que el fuereño.