Luca Guerci tiene once años y juega en la décima división de Alumni. Hace unos días el pequeño sufrió la muerte de su mamá.
Sacando una increíble fuerza de su interior, decidió estar presente junto a sus compañeritos para jugar de visitante ante Atlético.
Lo más emocionante de este relato vino después. Con la 2 en la espalda, Luca jugó el partido, metió un gol y, finalizado el mismo, nadie pudo contener las lágrimas por lo que el jovencito hizo: una remera blanca con un mensaje para allá arriba: “Gracias por todo, mami. Besos al cielo, te amo”. A la par, ya enterados de todo lo que le tocó vivir a su adversario, los chicos de Atlético fueron a abrazarlo una vez terminado el encuentro. Sí, recibió también el cariño de chicos desconocidos que decidieron acompañarlo en este tristísimo momento de su vida. Un gesto impagable y aún más valorable. Rivales, no enemigos. Una acción mayúscula.
En medio de tantas cosas feas que vivimos como sociedad día a día, lo de Luca, sus compañeros de Alumni y lo de los purretes de Atlético reconforta e invita todavía a creer en un futuro mejor. Fotos y una historia que nos han conmovido.