Nueva Zelanda inauguró oficialmente el 2026 este miércoles, con un despliegue de cinco minutos de fuegos artificiales desde la Sky Tower en Auckland, la estructura más alta del país con 240 metros. La ciudad se convirtió en la primera gran urbe del planeta en recibir el Año Nuevo, pese a una lluvia persistente que obligó a cancelar eventos comunitarios en diversas zonas de la Isla Norte. En total fueron lanzados 3 mil 500 artificios, que iluminaron el cielo 18 horas antes del célebre espectáculo de Times Square, en Nueva York.
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Aunque Auckland acaparó la atención mundial, el inicio del año en Oceanía estuvo marcado por condiciones contrastantes. Dos horas después, la costa este de Australia se preparó para sus propias celebraciones, especialmente en Sídney, donde un fuerte dispositivo de seguridad rodeó el Puerto de la ciudad. Las autoridades buscan garantizar tranquilidad ante el recuerdo del tiroteo masivo ocurrido el pasado 14 de diciembre durante una celebración de Hannukah en Bondi Beach, que dejó 15 muertos y 40 heridos. En respuesta, se realizará un minuto de silencio y se proyectará una menorah en los pilares del puente del puerto, además de un llamado ciudadano a iluminar la bahía con linternas como gesto de solidaridad hacia la comunidad judía. “Tenemos que mostrar nuestra determinación ante este terrible crimen y decir que no vamos a dejarnos intimidar por este tipo de terrorismo”, declaró el primer ministro de Nueva Gales del Sur, Chris Minns.
🇦🇺 | Australia ya entró en el año 2026. pic.twitter.com/rhgw3G1NoZ
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Respeto por víctimas de tragedias en Asia
El ánimo contenido también se hizo presente en otras regiones de Asia. Indonesia, afectada recientemente por inundaciones y deslaves que dejaron más de mil 100 muertos en la isla de Sumatra, canceló los tradicionales conciertos y fuegos artificiales para dar paso a celebraciones moderadas, centradas en la oración y la reflexión. En Yakarta y Makassar, autoridades pidieron renunciar por completo a las festividades como acto de empatía con las víctimas, mientras que en Bali se sustituyó el evento pirotécnico por una gala cultural con 65 agrupaciones de danza tradicional.
En Hong Kong, la llegada del 2026 se vivirá sin su icónico espectáculo pirotécnico sobre el Puerto Victoria. Tras el incendio masivo ocurrido en noviembre –que dejó al menos 161 muertos–, la ciudad optará por un concierto musical encabezado por el dúo Air Supply, acompañado de un show de luces en edificios que funcionarán como relojes de cuenta regresiva durante tres minutos. En Japón y Corea del Sur, en cambio, la tradición prevalecerá: en Tokio, multitudes acudirán a templos budistas para tocar campanas a medianoche, mientras que en Seúl se celebrará la ceremonia anual de cuenta regresiva y toque de campana en el Pabellón Bosingak.
Kiribati, primer lugar del mundo en recibir al 2026
Aunque el foco mediático recae sobre Nueva Zelanda como referente global del festejo, el verdadero primer territorio del mundo en recibir el Año Nuevo fue Kiritimati, isla perteneciente a Kiribati, ubicada en el Pacífico Sur. Gracias a la adopción del huso horario UTC+14, la nación insular encabezó nuevamente la transición al 2026, casi 20 horas antes que México, de acuerdo con la Línea Internacional de Cambio de Fecha.
Con un mosaico de celebraciones que combinan fiesta, memoria y respeto, el cambio de año en la región Asia-Pacífico dibuja un cierre de ciclo marcado por la resiliencia y la diversidad cultural.




