La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció este martes que su gobierno revisará a fondo las implicaciones de la orden ejecutiva firmada el lunes por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mediante la cual se clasifica el fentanilo ilícito y sus precursores químicos como un “arma de destrucción masiva” (ADM).
En su conferencia matutina, Sheinbaum cuestionó el alcance de esta medida, destacando que el fentanilo tiene usos médicos legales como anestésico.
“Vamos a analizar exactamente qué es —apenas ayer se publicó—. Vamos a analizar qué implicaciones tiene”, expresó la mandataria. Agregó: “¿Qué implicaciones tiene para el uso legal y para el uso no legal? ¿Cuándo se determina que es un arma de destrucción química?”, explicó.
La presidenta enfatizó que la estrategia mexicana contra el consumo de drogas va más allá de un enfoque punitivo y se centra en atender las causas raíz, como problemas de salud mental, desapego social y falta de oportunidades.
“Si no se atienden las causas será fentanilo u otra droga”, advirtió, y reiteró que la visión de su gobierno difiere de la adoptada por la administración Trump.
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La orden ejecutiva de Trump, firmada durante un evento en la Casa Blanca donde condecoró a militares por su labor en la frontera, describe el fentanilo ilícito como “más parecido a un arma química que a un narcótico”. El documento argumenta que su producción y distribución por parte de cárteles y organizaciones criminales representa una amenaza a la seguridad nacional estadounidense, y habilita herramientas adicionales para combatir su tráfico, incluyendo posibles acciones contra activos financieros y redes involucradas.
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Datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. indican que el fentanilo ha sido responsable de decenas de miles de muertes por sobredosis en los últimos años, consolidándose como una crisis de salud pública en ese país.
Sheinbaum no adelantó posibles respuestas diplomáticas, pero insistió en que México mantiene esfuerzos significativos en el combate al tráfico de drogas, incluyendo incautaciones récord y reducciones en el flujo hacia el norte.




