Quien crea que con la renuncia de los fiscales especiales que llegaron del Estado de México (Edomex) del brazo de Idamis Pastor Betancourt, y el nombramiento de nuevos fiscales, recomendados por el secretario de Seguridad y el propio gobernador, se acabaron los abusos y la corrupción en la Fiscalía General del Estado (FGE) se equivoca rotundamente.
La verdad es que a la par de los fuereños del Edomex, otro grupo venía y sigue actuando en áreas importantes de la institución como la Fiscalía Especializada de Asuntos Internos, la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Alta Incidencia, la Coordinación Especializada en Investigación de Robo de Vehículos, la Unidad de Narcomenudeo y la Coordinación de Litigación.
Este grupo tiene como cabeza a María Angélica Gómez Tello, asesora de Idamis Pastor y maestra de su actual pareja, el director del Instituto de Formación Profesional, Juan Manuel González Ortega.
Entre sus integrantes figuran el esposo de Angélica Gómez Tello, Pedro Federico Bermúdez Tepox, fiscal especializado en Investigación de Asuntos Internos; María Luisa Pilar Aparicio Solano, fiscal especializada en Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada de Personas y antes encargada de las unidades de Robo a Casa Habitación y Robo de Vehículos; María de la Luz Espinoza Coss, agente del Ministerio Público, exvisitadora de la FGE y exencargada de la Fiscalía de Desaparecidos; Óscar Antonio Moctezuma Yáñez, de la Coordinación de Litigación; María Guadalupe Campos Rivera, coordinadora de la Unidad de Homicidios, y Carlos César Hernández, exfuncionario de Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción y actualmente coordinador de Litigación.
Llama la atención que varios de los integrantes de su grupo, incluida la propia Gómez Tello, fueron parte de la lista de 11 aspirantes que partidos, colegios barras y asociaciones de abogados propusieron al Congreso del estado para el relevo de Gilberto Higuera Bernal, en diciembre de 2024, cuando fue electa Idamis Pastor Betancourt.
También que las denuncias y procesos que existían o se abrieron contra varios de ellos en la gestión de Gilberto Higuera desaparecieron.
A María Luisa Pilar Aparicio se le iniciaron procesos por no ejercitar órdenes de aprehensión y por un par de juicios que perdió la FGE de narcomenudeo por no aportar evidencias.
Pedro Federico Bermúdez Tepox fue cambiado como Ministerio Público por quejas de actos de corrupción en el C5 y en el distrito de Libres, como premio se le incluyó en la terna final del Congreso, e Idamis Pastor lo nombró Fiscal Especial de Investigación de Asuntos Internos. La Iglesia en manos de Lutero.
Sobre Angélica Gómez Tello y María de la Luz Espinoza hay notas y comentarios en redes sociales muy adversos.
A la asesora de la fiscal Idamis Pastor se le acusa de pedir dinero para liberar inmuebles o propiedades aseguradas por la Fiscalía, en procesos relacionados con narcomenudeo y otros delitos.
Y sobre la licenciada Espinoza también hay abundantes notas negativas por ensañarse contra periodistas, por corrupción y por violar los derechos humanos de vecinos de Atempan.
Este es el grupo de apoyo de la fiscal Idamis Pastor que, como el lector habrá observado, son funcionarios con malos antecedentes o con un historial que deja mucho que desear.
Ojalá los nuevos fiscales especiales que llegaron a la institución el 13 de noviembre, entre ellos el recomendado por el secretario de Seguridad, el vicealmirante Francisco Sánchez González, José Luis Hernández González, de la Fiscalía Metropolitana, y el recomendado por el gobernador Alejandro Armenta, Fredy Erazo Juárez, de la Fiscalía de Delitos de Alta Incidencia, de verdad hagan mejor las cosas y saquen de la institución a los corruptos que todavía quedan.
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