Idamis Pastor pagó muy alto la confianza que dio a tres excompañeros de maestría y quienes habían trabajado en el Estado de México, debido a que los invitó a colaborar en áreas clave de la Fiscalía General del Estado de Puebla y en pocos meses crearon una red de corrupción y extorsión dentro de la dependencia.
Sin lugar a dudas, fue un error grave de la fiscal quien recibió un voto de confianza para seguir en el cargo, pero con la condición de no cometer ni una equivocación más de esa naturaleza.
Por eso es que ya se inició una investigación en la propia FGE contra Luis Antonio N., extitular de la Fiscalía Especializada en Delitos de Alta Incidencia; Miguel N., extitular de la Oficina de Recuperación de Bienes Ilícitos, y su coordinador, Jorge N.
La fiscal Idamis Pastor solo podrá revertir la crisis con golpes certeros contra la delincuencia y un impecable combate a la corrupción al interior de la Fiscalía General del Estado.
Si Idamis Pastor no tuviera el voto de confianza del gobernador Alejandro Armenta, ya hubiera sido separada del cargo, pero no habrá una segunda oportunidad.
Puebla necesita una fiscal fuerte, limpia y comprometida con el combate a la corrupción y a la delincuencia.
Sin lugar a dudas, Idamis Pastor merece un voto de confianza de los poblanos.
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