El supertifón Ragasa, considerado el ciclón tropical más intenso del año a nivel mundial, dejó una estela de muerte y devastación en su paso por Taiwán, Hong Kong y el sur de China. Con vientos sostenidos de hasta 200 kilómetros por hora (km/h), la tormenta provocó grandes inundaciones, deslaves, evacuaciones masivas y la suspensión de gran parte de la vida económica en las principales ciudades afectadas.
En Taiwán, el impacto fue especialmente dramático. El desbordamiento de un lago natural en el municipio de Guangfu, en el condado de Hualien, anegó por completo la zona después de que cediera la presa natural formada por sedimentos. El desastre dejó al menos 17 muertos, 32 heridos y 17 desaparecidos, mientras que más de 135 personas lograron ser rescatadas en las últimas horas.
🌀🌧️El supertifón Ragasa deja una estela de destrucción en Asia: al menos 14 muertos en Taiwán tras el colapso de una presa natural y más de 100 heridos en Hong Kong debido a vientos e inundaciones.
Además, se cancelaron casi 600 vuelos.#Ragasa #Tifon #Asia pic.twitter.com/ttoUerEA2z
— RETO diario (@retodiariomx) September 25, 2025
En Guangfu, más del 60% de la población buscó refugio en los pisos superiores de sus casas, mientras que otros se trasladaron a viviendas de familiares. Testigos describieron escenas caóticas: “es un caos ahora”, declaró Wang Tse-an, jefe de la aldea de Dama, quien pidió ayuda urgente para rescatar a los habitantes varados.
El tifón avanzó posteriormente hacia Hong Kong, donde olas de hasta cuatro metros golpearon la costa y los vientos cercanos a los 200 km/h provocaron severos daños en viviendas e infraestructura. La ciudad activó la máxima alerta meteorológica (nivel 10), suspendió el transporte público y cerró escuelas, comercios y oficinas. Hasta el mediodía de ayer se habían registrado 62 heridos, algunos de gravedad, y casi 800 personas fueron trasladadas a refugios habilitados por el gobierno.
En el sur de China, Ragasa tocó tierra en la provincia de Cantón, donde más de 1.89 millones de personas fueron evacuadas de manera preventiva. Solo en Shenzhen se desplazó a 400 mil habitantes, mientras que en Cantón, con una población de 18 millones, el gobierno implementó los llamados “cinco paros”: suspensión de clases, trabajo, transporte, producción y comercio, manteniendo únicamente los servicios esenciales.
Las autoridades meteorológicas de China confirmaron que el ciclón, aunque continúa su trayecto hacia el oeste, comienza a debilitarse gradualmente. No obstante, el saldo hasta ahora confirma el poder destructivo del supertifón Ragasa: al menos 17 muertos en Taiwán, 14 en Filipinas, decenas de heridos en Hong Kong y millones de desplazados en la región.