El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, fue contundente: no habrá impunidad para ediles coludidos con el crimen organizado. En una postura firme, el mandatario estatal advirtió que ningún presidente municipal ni funcionario público será protegido si incurre en actos de corrupción o vínculos con delincuentes.
“Yo no voy a meter las manos por nadie, sea el coordinador de gabinete, un secretario o un alcalde. Si alguien viola la ley, deberá enfrentar las consecuencias. En Puebla no hay espacio para el encubrimiento ni para la impunidad”, expresó ante medios, tras encabezar una faena comunitaria en la capital.
Estas declaraciones se dan en el contexto de las recientes investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) contra varios ediles poblanos, entre ellos los de Ahuazotepec, Cuautempan, Ciudad Serdán, Tlachichuca y San Nicolás Buenos Aires, algunos de los cuales ya enfrentan procesos judiciales, están prófugos o solicitaron licencia al cargo.
Uno de los casos más sonados es el del alcalde de Ahuazotepec, Alfredo Ramírez, cuyo hijo fue detenido tras un cateo en su domicilio, donde se aseguraron armas, drogas y vehículos posiblemente relacionados con actividades delictivas. Armenta enfatizó que su gobierno respeta la autonomía de la FGE, pero mantendrá una coordinación permanente con las fuerzas de seguridad federales, como la Guardia Nacional, la Marina y la Sedena, para garantizar la gobernabilidad y la paz social.
Además, el secretario de Gobernación estatal, Samuel Aguilar Pala, reveló que cinco municipios están bajo vigilancia por presuntos vínculos de sus autoridades con el crimen. Aclaró que, aunque algunos alcaldes han pedido reforzamiento en seguridad, en ningún caso se tolerará el uso del poder público para encubrir actividades ilícitas.
El gobernador reiteró que apoya a todos los ediles que se apeguen a la ley, pero advirtió: “No le hagan ojitos a los delincuentes”. La lucha contra la corrupción y el crimen será una prioridad de mi administración, recalcó.