La Catedral de Puebla se llenó de recogimiento este domingo, cuando durante la misa dominical se elevaron oraciones por las 21 personas que perdieron la vida en el trágico accidente ocurrido el pasado 14 de mayo en la autopista Cuacnopalan-Oaxaca.
El arzobispo auxiliar, Francisco Javier Martínez Castillo, expresó su pesar ante la tragedia y pidió consuelo para las familias de los fallecidos.
Entre las víctimas se encontraban ocho docentes de la Sección 23 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), quienes se dirigían a Puebla en una camioneta.
Su viaje se vio abruptamente interrumpido cuando fueron embestidos por una pipa que, según reportes, ya había chocado previamente contra un autobús.
La misa también incluyó un momento especial para recordar a Javier J. G., exmilitar que murió el 13 de mayo tras permanecer hospitalizado cuatro días. Fue herido de bala al intentar impedir un asalto a un cuentahabiente en la Plaza Kentro, sobre la Vía Atlixcáyotl.
En su homilía, el arzobispo no solo oró por estas tragedias recientes, sino que también hizo un llamado a la paz y al cese de la violencia que enluta a tantas familias en Puebla y en todo el país.
“Pidamos por todas las víctimas, por los que ya no están y por los que sufren. Que no nos acostumbremos al dolor”, expresó.