Barcelona necesitó de los tiempos extra para vencer 3-2 a Real Madrid y convertirse en campeón de la Copa del Rey, la final fue un partido espectacular lleno de emociones que se decidió a los 115 minutos tras un error de Luka Modric y un acierto de Jules Koundé que valió el título.
El clásico de la final de copa no decepcionó, aunque para el conjunto ‘Merengue’ terminó con amargura después de dar sus mejores minutos de los últimos compromisos y caer por tercera ocasión ante el odiado rival, segunda ocasión en una final.
Barcelona fue mejor en la primera mitad en la que superó a un equipo blanco impreciso y temeroso, más dedicado a defender que a atacar, pero la resistencia terminó a los 28 minutos con un zapatazo de Pedri al ángulo que Thibaut Courtois no pudo atajar.
Despertó el conjunto ‘Merengue’ después del medio tiempo con la entrada de Kylian Mbappé quien provocó la reacción y poco a poco fue inclinando la balanza hacia la portería de Wojciech Szczęsny, fue dando avisos hasta terminar batiendo al portero polaco a los 70 minutos en el cobro de un tiro libre.
El Madrid aprovechó la inercia para ponerse por delante en el marcador con un cabezazo de Aurélien Tchouaméni en un córner luego de rematar sin marca en el área chica y cuando parecía que podría dar la puntilla apareció Ferran Torres para anotar el 2-2 al 84 y mandar el partido a la prórroga.
El tiempo extra corría sin sobresaltos y los penales estaban a cinco minutos cuando Modric perdió un balón en la salida que Koundé recuperó y mandó a las redes desde fuera del área para darle a Barcelona su título 32 de la Copa del Rey, el primero de la temporada y aumentar la ilusión por el triplete.