Los jóvenes tlaxcaltecas que fueron levantados en Huatulco, Oaxaca, y, posteriormente, aparecieron sin vida en el estado de Puebla, habrían sido ejecutados por un grupo del crimen organizado, tras robarle 500 mil pesos a uno de sus miembros.
Según versiones periodísticas, algunos de los nueve jóvenes habrían sido contratados por José Alfredo Lavariega Canseco, alias “La Jocha”, un empresario y político de la zona, presunto líder de una banda delictiva de aquella parte de la costa oaxaqueña, con la encomienda de asaltar a turistas y bancos.
Los tlaxcaltecas se hospedaban en el hotel “La Jocha”, perteneciente a Lavariega Canseco, lugar adonde fueron levantados por la Policía Municipal, según el testimonio de la única sobreviviente del grupo.
Los jóvenes habrían robado casi 500 mil pesos en efectivo a un integrante de un grupo armado que opera en Huatulco, y para el que presuntamente trabajan algunos miembros de la Policía Municipal.
Algunos reportes extraoficiales señalan que fueron los mismos miembros de seguridad del municipio costero los que detuvieron a los jóvenes tlaxcaltecas y los entregaron a los delincuentes.
Ejecutados, los jóvenes y “La Jocha”
El pasado domingo 1 de marzo, nueve cuerpos sin vida fueron localizados a la orilla de la supercarretera Cuacnopalan-Oaxaca, cerca del puente Calapa, en el municipio de San José Miahuatlán, Puebla.
Algunos cadáveres estaban en el interior de un vehículo estacionado y otros sobre la carretera; también se sabe que unos estaban desmembrados. Después, se informó que eran los jóvenes procedentes de Tlaxcala.
El mismo día que fueron localizados los cuerpos, también fue ejecutado “La Jocha”, a quien le cercenaron las manos y fue encontrado dentro de su vehículo en Barra Copalillo, en el municipio de San Pedro Pochutla, en la costa oaxaqueña.