¿Qué significa transformar una comunidad? La respuesta la tienen las 15 mujeres cuyas historias forman parte de “Resistir en el andar: mujeres que transforman”, una exposición que el Tec de Monterrey campus Puebla presenta en el Museo Urbano Interactivo (MUI) en el marco del 8M.
El proyecto busca reconocer a mujeres que han marcado un antes y un después dentro de la institución, destacando no solo su impacto profesional, sino también su liderazgo y contribución al cambio social.
“Las mujeres somos responsables de recordar nuestra propia historia. Conocí a un increíble grupo de directivas, nos reunimos en el MUI, y les comenté que me parecía importante recuperar las historias de las mujeres que han construido 21 años del Tec de Monterrey campus Puebla”, comentó Viviana Ortiz, directora general del campus.
“Queremos ampliar el imaginario colectivo de mujeres líderes y generar referentes que inspiren a futuras generaciones”, explicó Gloria Hernández, directora del MUI.
Historias que inspiran: el legado de mujeres en el Tec Puebla
La exposición reúne relatos de alumnas, colaboradoras, directivas y profesoras que han sido parte del campus Puebla, seleccionadas a través de una convocatoria abierta.
“No buscábamos solo la idea tradicional de éxito, sino historias integrales de mujeres que han construido un legado dentro y fuera del Tec”, comentó Yuliana Vázquez, coordinadora del MUI.
A partir de lecturas inspiradas en la escritora Marcela Lagarde, el comité organizador del proyecto—conformado por directoras de escuelas y colaboradoras del campus—generó un espacio de reflexión para recuperar la memoria de mujeres que han impactado en la comunidad.
La muestra ofrece un recorrido visual y narrativo que resalta los desafíos que estas mujeres han enfrentado y la manera en que han transformado su entorno.
Fotobordado: arte y memoria en cada puntada
Uno de los elementos más significativos de la exposición es una serie de 25 piezas de fotobordado, creadas en un taller impartido por la artista Gabriela Farías.
En este ejercicio, las participantes eligieron la imagen de una mujer importante en sus vidas y la intervinieron con bordados que representaban sus historias y vivencias.
“El fotobordado permitió que cada participante conectara de manera personal y emocional con la historia que quería contar. Fue un espacio de sanación y de celebración de la memoria de mujeres que han sido clave en nuestras vidas”, expresó Vázquez.
Estas piezas se exhiben en una de las salas principales del museo y, según Hernández, “funcionan como un testimonio visual de la importancia de la sororidad y el reconocimiento mutuo”.
Tecnología e interacción para una experiencia inmersiva
Además de las obras de arte, la exposición integra elementos tecnológicos que amplifican la experiencia del visitante.
En una de las salas, una pantalla interactiva recrea un diálogo 1 a 1 con las mujeres seleccionadas, generando una sensación de cercanía e intimidad con sus relatos.
Asimismo, en el patio del museo se ha instalado la pieza interactiva Urdimbre Colectiva, donde los visitantes pueden intervenir agregando frases, nombres y pensamientos que contribuyan a la narrativa de la exposición.
“Queremos que este proyecto sea un espacio vivo, donde quienes nos visiten también puedan dejar su huella”, añadió Hernández.
Reflexión sobre equidad y liderazgo femenino
Las historias compartidas en “Resistir en el andar” también exponen los retos que muchas mujeres han enfrentado en su camino profesional y personal.
Los temas recurrentes incluyen la conciliación entre la vida laboral y familiar, la maternidad en espacios de liderazgo y la construcción de redes de apoyo entre mujeres.
“Lo que más me impactó fue que la mayoría de las entrevistadas, al reflexionar sobre su camino, dijeron que no cambiarían nada. Cada reto las ha formado y ha sido parte de su crecimiento“, destacó Hernández.
Con un enfoque constructivo, la exposición busca abrir conversaciones sobre equidad de género, liderazgo femenino y la necesidad de seguir generando espacios inclusivos.
“Las historias de las mujeres deben ser contadas, celebradas y preservadas“, concluyeron Vázquez y Hernández, invitando a toda la comunidad a ser parte de esta experiencia transformadora.