De acuerdo con testigos, el agresor gritó “Allah Akbar” (“Dios es el más grande”, en árabe) durante el ataque, lo que llevó a las autoridades a calificar el hecho como un acto terrorista.
El incidente ocurrió en una zona concurrida de la ciudad, donde el atacante atacó a varias personas antes de ser neutralizado por la policía en un enfrentamiento que dejó heridos a tres agentes.
El gobierno francés ha reforzado la seguridad en la región y la fiscalía antiterrorista ha abierto una investigación para determinar los detalles del ataque, la identidad del agresor y posibles vínculos con organizaciones extremistas.
Este nuevo episodio de violencia ha reavivado la alerta en Francia, un país que en los últimos años ha sido blanco de múltiples atentados terroristas.