Al cierre de este martes, los números para el Consejo Estatal del PAN del próximo domingo estaban así:
Mario Riestra-Genoveva Huerta: 70 consejeros.
Felipe Velázquez-Rocío Sánchez: 44 consejeros.
Firmes, en ambos casos.
Además de la operación en tierra, el “efecto cargada” ha beneficiado notablemente a Riestra y Huerta.
Liderazgos como el de Edmundo Tlatlehui Percino o Mónica Rodríguez Della Vecchia pueden representar solo uno, a lo mucho dos votos en el Consejo Estatal, pero el hecho público de que se hayan definido por Mario y Genoveva, ha impulsado a otros consejeros a querer estar con “quienes parecen ganadores”.
A pesar de lo que han venido manejando algunos columnistas, hoy la tendencia es clara a favor de Riestra y Huerta.
El títere de Eduardo Rivera Pérez, el incoloro Felipe Velázquez, nunca levantó y más bien ha rozado con el ridículo.
Había, ciertamente, alrededor de 20 consejeros indecisos; sin embargo, el “efecto cargada” ya hizo que se sumaran a la fórmula que, al menos en la percepción generalizada, luce como triunfadora.
La situación ha llevado -literalmente- a la desesperación al ex alcalde capitalino y fallido candidato a gobernador, porque sencillamente los números ya lo le alcanzan para seguir controlando la franquicia azul en el estado.
Él, que si sale del zócalo de la ciudad de Puebla se pierde, ha decidido visitar en sus domicilios particulares a no pocos consejeros que están con Riestra y Huerta y ya no le contestan el teléfono ni los whatsapps.
Va de puerta en puerta, como si estuviera pidiendo posada.
“En el nombre del cielo… os pido posada!…
Hace unos días se le vio, por ejemplo, en Tecali de Herrera.
En las reuniones -a las que, por cierto, no se presenta su marioneta-, Eduardo Rivera trata de convencer a los consejeros de que por favor apoyen a Felipe Velázquez.
Les jura y perjura que “ahora sí” el partido va abrirse a los militantes, que se va a dar oportunidad “a otros cuadros”, que las plurinominales se van a repartir “entre todos”, pero “siempre y cuando lo merezcan” (sic, que no aguanta las risas).
De inicio, el tono que usa es amable, humilde…
Sin embargo, cuando llega el primero de varios rechazos, se transforma en amenazante.
Les dice que por él, el consejero o alguno de sus allegados tuvieron trabajo en el ayuntamiento de Puebla.
Al final, desesperado, acaba suplicando.
No es para menos: se le está yendo el negocio de su vida y ya no sabe cómo impedirlo.
Varias fuentes en el PAN coinciden con lo que aquí se advirtió hace algunos días: todo parece indicar que la única alternativa de Eduardo Rivera para impedir el triunfo de Riestra y Huerta es reventar -mediante la violencia- la asamblea del próximo domingo 15 de diciembre, a las 10:00 horas, en las instalaciones del Hotel Holiday Inn Puebla Finsa.
Sin embargo, me dicen, consciente del escenario, el Comité Ejecutivo Nacional del PAN ha decidido blindar la sesión del Consejo Estatal. al igual que lo hizo hace poco en Tlaxcala y San Luis Potosí, donde igualmente hubo amagos de disturbios.
Hay que insistir en que si la asamblea llegara a frustrarse, por esta u otra razón, el CEN nombraría un delegado o delegada temporal -seguramente a fin a Eduardo Rivera, integrante de la dirigencia nacional del partido-.
El delegado o delegada entraría en funciones una vez fuera nombrado (a) y podría quedarse al frente del partido por meses o incluso años.
Eso mantendría, en los hechos, el actual estatus: Eduardo Rivera seguiría como dueño absoluto de la franquicia, mandando tras bambalinas, decidiendo candidaturas para sus familiares e incondicionales y manejando a su antojo las millonarias prerrogativas.
Sin embargo, la sesión de este fin de semana estará cuidada al extremo, lo que es una pésima noticia para Eduardo Rivera y sus secuaces.
Se prevé que el presidente del CEN del PAN, Jorge Romero Herrera, envíe como su representante personal al diputado Ernesto Sánchez Rodríguez.
También estará Jonathan Barajas Galván, titular de la Comisión Permanente Nacional de Procesos Electorales del partido, así como otros miembros del CEN, como observadores.
Si hay provocadores, si hay violencia, si revientan la asamblea, a los autores materiales e intelectuales les saldrá muy, muy caro.
En este contexto encaja el post que en su cuenta de X publicó este martes el columnista Ricardo Morales:
“#OMG ¡Vaya sorpresa! Me dicen que todas las habitaciones del Holiday Inn Finsa, en donde se va a llevar a cabo la elección de la nueva dirigencia estatal del PAN, están agotadas. Dicen que una señora guapa madura apartó todos los cuartos”.
¿Van a boicotear la asamblea?
¿Como no pueden ganar a la buena, entonces que nadie gane?
¿A gritos y sombrerazos?
Aunque se trata de un asunto doméstico, es decir, interno del partido, vale la pena preguntar si los panistas están dispuestos a dar así la bienvenida al nuevo gobernador Alejandro Armenta Mier, quien asume el poder en el estado un día antes, el sábado para más señas.
Por cierto: también no es ocioso preguntar, con qué “oposición” quiere lidiar el nuevo régimen; más correctamente: con qué tipo de oposición.
Supongo -solo por suponer- que tal vez ahí se encuentre buena parte del meollo de lo que está en juego el domingo próximo.
La sobrevivencia de un grupo corrupto, demagogo y envejecido que ha llevado a la ruina -en todo sentido- al partido y que ha abusado de propios y extraños hasta el cansancio, o la insurgencia de un nuevo grupo con el que se puede transitar con bases firmes sin que deba renunciar a su papel de contrapeso.
Tal es el dilema del PAN en Puebla.
Sí, llegó la hora cero.
De juniors millonarios de súbito
Hay políticos que al dejar el cargo público que ocuparon por años, lo primero que hacen es poner a sus hijos el negocio de sus sueños.
Por supuesto, con el dinero del erario que se robaron.
De la noche a la mañana, los hacen empresarios.
Empresarios sin ningún antecedente al respecto, pero empresarios exitosos.
No conocen la prudencia.
Ni siquiera cuidan las formas.
No esperan a que las aguas turbias, que los envuelven, encuentren la calma.
De hecho, lo hacen con todo cinismo, a la luz del día, en las narices de todos.
Navegan con la bandera de “honestos”, pero, hipócritas, corren a montar negocios de lujo en el más lujoso rascacielos de Puebla, con equipo de punta que no cuesta precisamente dos pesos.
¡Ay, qué chula se ve Puebla capital desde Inxignia!
Pronto, todos los detalles.