Dicen los que saben que la transición hacia un transporte más sustentable y moderno en Puebla enfrenta un nuevo desafío: la oposición de los transportistas.
Quienes, dicen, ven en las unidades eléctricas una amenaza para su estabilidad económica.
Según los concesionarios, por los altos costos que generaría.
Dicha situación, en el gremio de los transportistas, está generando un ambiente de tensión creciente.
Y es que dicen los que saben que los transportistas tienen dos opciones:
Uno, aceptar la renovación a cambio de un aumento considerado al pasaje del transporte público, que podría ser de 19 pesos.
Y dos, oponerse y decir NO a la mudanza al sistema eléctrico, pase lo que pase.
La consecuencia a esta última opción, sería ir en contra del gobernador electo Alejandro Armenta.
Quien ha sido una voz influyente en temas de movilidad y energía.
Y como el principal impulsor de políticas a favor de la electrificación del transporte.
Esta decisión sería traducida como un mensaje de guerra entre la Secretaría de Movilidad y Transporte, y los transportistas.
Y surgen preguntas:
¿El próximo gobierno estatal cederá a las demandas de los transportistas?
¿Mantendrá su postura en favor de la electrificación, enfrentando el costo político que esto implique?
¿La próxima secretaria de la SMT estará preparada para acompañar al sector en un cambio tan radical?
¿O la batalla por la electrificación será el punto de quiebre entre las promesas de sustentabilidad y la viabilidad económica?
Que conste que son preguntas, ¿eh?
Por lo mientras, dicen los que saben que la historia apenas comienza.
Y esperemos que no se repita lo ocurrido en el 2019 con Miguel Barbosa, donde los transportistas lograron su aumento e hicieron lo que quisieron. ¿O no?
***
Email: [email protected]
X: @MigueCholula
FB: Migue Cholula