Dos derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fueron agredidas por una guardia de seguridad en la Unidad Médica Familiar número 1 (UMF No. 1), ubicada en la esquina de la 11 Sur y la 13 Poniente, en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla.
La guardia de seguridad fue identificada como Ana María Guillén y no es la primera vez que incurre en este tipo de actos ya que, según declaraciones de personal de la clínica y otros pacientes, los malos tratos de la vigilante han sido constantes y previamente denunciados sin respuesta.
La agresión en contra de las dos pacientes fue registrada en un video que muestra cómo fueron expulsados a golpes de la UMF No. 1 por Ana María Guillén, después de que, tras una larga espera en admisión continua, una de ellas comenzó a grabar y tomar fotos para evidenciar la falta de atención médica.
Ante la grabación que realizaba la derechohabiente, la vigilante reaccionó de manera violenta, insultándola y agrediéndola; otra mujer auxilió a la víctima de la agresión y, en el forcejeo, Ana María Guillén cayó al suelo; luego, apoyada por otra guardia, se levantó, y mientras las dos pacientes se alejaban, la guardia que la ayudó les gritó: “¡‘Órale, a la chingada, cabronas! (…) A chingar a su madre”.
Antecedentes de mala conducta y reporte sin respuesta
Trabajadores de la UMF No. 1 aseguran que Ana María Guillén ya cuenta con al menos siete actas por mala conducta y que la situación es conocida por el director de la unidad, Jorge Pérez García, y la administradora, Sonia Acevedo Meléndez.
Sin embargo, a pesar de las quejas en contra de la guardia de seguridad, los directivos han ignorado el problema, motivo por el cual los trabajadores consideran llevar el caso ante la delegada estatal del IMSS para exigir una intervención inmediata.
Incluso, el personal ha solicitado en diversas ocasiones el cambio de la vigilante, como consta en el oficio 2402020/ADM/097/2024, ante el que, en respuesta, el director Pérez García argumentó que, al no existir denuncias verbales o textuales directas, no pueden actuar.
Además, el director de la clínica asegura que la guardia ha reportado amenazas verbales en su contra, aunque el personal sostiene que estas acusaciones no justifican su comportamiento y que presentarán una denuncia formal por el presunto hostigamiento de Guillén y la falta de respuesta de los directivos.