Pese a que el gobernador saliente, Sergio Salomón Céspedes, y el entrante, Alejandro Armenta, han negado categóricamente que se vaya a dar un incremento a la tarifa del transporte público, los permisionarios ya preparan una campaña para solicitar que se dé lugar a su solicitud de aumento a 12 pesos.
Los principales dueños de las concesiones en Puebla llevaban ya desde la campaña armentista en contacto con quienes decían iban a ser los nuevos titulares de la Secretaría de Movilidad, Rómulo Arredondo y Abraham Sánchez, a los cuales, aseguran, les dieron dinero para la campaña; incluso, para la etapa de la transición a cambio de ser apoyados en sus demandas.
De hecho, los transportistas celebraron reuniones ya con ambos personajes durante la etapa de la transición, pues daban por hecho que Arredondo y Sánchez serían quienes iban a despachar en esta dependencia.
Tras enterarse de la designación de quienes serán los nuevos titulares de Movilidad y Transportes, la exdiputada Silvia Tanús y Juan Manuel Vega Rayet, los transportistas vuelven a la carga con una campaña en redes sociales y grupos de WhatsApp, en donde hacen alusión a cómo se han incrementado casi todos los productos, menos sus tarifas.
Solo por mencionar, señalan que el refresco de cola se ha incrementado en un 191% en los últimos 15 años, cosa que desconozco si es o no cierta, pero que los transportistas citan como un ejemplo, al alegar que el precio del transporte no se ha ajustado de esta forma en los últimos 15 años.
También ponen como ejemplo el incremento que han tenido productos como las llantas en los últimos 15 años, siendo uno de los productos más necesarios dentro de este sector.
La campaña está muy bien diseñada por parte de varios integrantes de las empresas del transporte público en Puebla, las cuales buscan hacer presión al final del sexenio de Sergio Salomón Céspedes, para ver si logran que el gobernador saliente apruebe el incremento a la tarifa antes de irse.
¿Merecido o no? Los transportistas van por lo que consideran que es una demanda justa de su parte, ante el incremento que han sufrido muchos de los insumos que usan de manera diaria para brindar este servicio, aunque, siendo objetivos, también hay que decir, las unidades dejan mucho que desear y nunca han cumplido con lo que prometen cada vez que se le otorga el incremento a la tarifa, la modernización de las unidades.
Cabe señalar que, como ya lo comenté en otras entregas, el transporte público en Puebla, ha trabajado con plena impunidad durante las administraciones morenistas, con unidades chatarra, con más de 10 años de antigüedad, las cuales, de acuerdo con la ley, ya no deberían de circular, así como también ocasionando múltiples accidentes, con el saldo de muchas vidas cercenadas por estos verdaderos cafres del volante.
Vamos a ver quién gana, si los transportistas o las autoridades, la moneda está en el aire.
Dicen que Bartlett partirá a un exilio dorado
El siempre bien informado columnista Salvador García Soto reveló que una vez que termine la administración del presidente López, uno de sus hombres de confianza, el aún director general de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, partirá a París, ya que será designado embajador de México en el país galo.
Cuenta García Soto que quien también fuera gobernador de Puebla le pidió ese favor a su amigo el presidente y que este le concedió la solicitud a su viejo camarada.
Bartlett fue gobernador de Puebla de 1992 a 1998, luego de que en 1988 fuera parte de los aspirantes del PRI a la Presidencia de la República, cuya designación recayó en Carlos Salinas de Gortari.
Salinas designó al tabasqueño secretario de Educación Pública, pero al entrar en conflicto con la entonces recién designada líder del SNTE, Elba Esther Gordillo, el presidente buscó deshacerse de Bartlett enviándolo como embajador a Francia, pero el astuto político le dijo que no, que mejor lo enviara como gobernador a Puebla, siendo de esta forma designado coordinador para la zona sur-sureste del país de la entonces Secretaría de Desarrollo Social, para allanar el camino rumbo a nuestra entidad.
Bartlett estudió de joven en París, ciudad a la cual siempre ha amado y cultura por la cual se siente fascinado, luego de haber vivido alrededor de 18 años en la antigua Lutecia, como llamaron los romanos a esta ciudad.
Un gran periodista poblano, Alberto Peniche Blanco, tío de mi querido amigo Toño Peniche, fue uno de los más entrañables amigos de Bartlett y su director de Comunicación Social en los tiempos del tabasqueño-poblano, como secretario de Gobernación en Bucareli.
Así que seguramente don Manuel, como Porfirio Díaz, pasará sus últimos días en la Ciudad Luz, su amada París.