Proceso
Al filo de las 5 de la tarde, después de hora y media de encuentro y plantear ocho puntos, los padres de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa se levantaron de la mesa y le dijeron a los senadores presentes: “Hasta que cumplan los escuchamos”.
Miguel Barbosa, presidente de la Mesa Directiva del Senado, se quedó atónito. Minutos antes, una de las madres de los jóvenes de Ayotzinapa lo regañó: “Cállese, escuche a los padres”.
La sesión en el salón 2 del Senado de la República estuvo a punto de no concretarse. A invitación de la senadora Layda Sansores, los familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa aceptaron tener, por primera vez, un encuentro con los legisladores de la Cámara alta.
Llegaron puntuales, en dos camiones, a las 12 horas. Se dilató la reunión ante las versiones de que los padres no querían prestarse a un juego político y tomarse la foto con los políticos. Ya les había pasado antes, durante el desencuentro con Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, aceptaron entrar, instalarse en medio de una nube de fotógrafos y camarógrafos para reclamarle al Senado su silencio de más de 70 días y a plantearles ocho puntos para legislar de manera urgente.
Vidulfo Morales, representante jurídico de los padres de Ayotzinapa, expuso los puntos medulares del documento que entregaron:
-Presentación con vida de los 42 jóvenes normalistas desaparecidos desde el 26 y 27 de septiembre.
-Justicia pronta, imparcial, castigo a los todos los culpables materiales e intelectuales de los hechos.
-Atención médica y reparación del daño para los lesionados. Mencionó el caso de Aldo Gutiérrez Solano, uno de los dos jóvenes heridos del 26 de septiembre, que está en estado vegetativo.
-Autorizar como Senado que una comisión de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pueda acudir a Guerrero.
-Realizar el trámite legal para la declaratoria de la desaparición de poderes en Guerrero porque “todos los municipios están infiltrados por la delincuencia organizada”. Reprocharon que el Poder Legislativo federal “fue comparsa” en el caso de Iguala, ya que sabían con anticipación lo que estaba sucediendo e ignoraron las peticiones para enjuiciar al edil perredista.
-Declarar la suspensión de elecciones estatales en Guerrero en 2015. “¿Ahora a qué cartel nos van a presentar para que votemos por él?”, reprochó Morales.
-Ratificar la competencia del Comité de Desaparición Forzada de la ONU para que puedan intervenir en México.
-Solicitar a la PGR que abra todas las líneas de investigación y que no queden “sólo con la teoría del basurero de Cocula”.
“No estamos dispuestos a aceptar la tesis de la PGR. Hay elementos que nos indican que nuestros compañeros están con vida en otro lugar”, reiteró Morales.
A su vez, Felipe de la Cruz, vocero de los padres de familia, les reprochó a los senadores su desinterés en el caso y que se hayan mantenido “apáticos” frente a las demandas de las víctimas. Reiteró la necesidad de aprobar una Ley de Desaparición Forzada.
“No vamos a aceptar ese discurso de Peña Nieto para que nosotros ‘superemos’ el dolor”, sentenció De la Cruz. “Para nosotros fue el Estado el responsable. Estamos ante un crimen de Estado”, insistió.
Y en clara advertencia para que ningún partido o senador capitalizara esta visita, De la Cruz afirmó:
“No venimos a ver a ningún partido. Venimos a ver a todo el Senado. Que ya rompa su silencio el Senado”.
Los padres condujeron la sesión y abrieron una ronda de varias intervenciones con los padres de familia. Todos le reprocharon al Senado su falta de interés.
“Después de 70 días, el Senado nos abre las puertas. ¿Pero qué tal cuando nos van a pedir el voto?… Vengo a exigirles que como Senado no hagan lo mismo que Peña Nieto”, reiteró Mario César González.
Omar Fayad, senador del PRI, tomaba notas. Manuel Bartlett, coordinador del PT, escuchaba los reclamos. Miguel Barbosa preparaba una respuesta que se quedó sin leérsela a los padres de familia.
Uno de los padres, originario de Ometepec, antes de terminar la sesión inédita en esta cámara de las formas y las maneras congeladas, les asestó otro reproche:
“Es una hipocresía el maldito gobierno. Para mí, en lo personal, ustedes son una bola de hipócritas”.
En breve rueda de prensa, Barbosa se comprometió a darle trámite legislativo a las peticiones. Se discutirán en la próxima sesión del pleno y, especialmente, agilizará la petición del Senado para que pueda participar el Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU.
