El Día Mundial contra el Trabajo Infantil se celebra cada 12 de junio con el propósito de denunciar la explotación de niños en numerosos países, donde se les priva de sus derechos fundamentales, como la educación y la salud, al ser forzados a trabajar desde temprana edad.
Este año, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) conmemora el 25 aniversario del Convenio 182 sobre las peores formas de trabajo infantil, instando a los países a cumplir con sus compromisos para eliminar todas las formas de trabajo infantil.
La explotación infantil es una realidad dolorosa que persiste en muchas partes del mundo, afectando a millones de niños y adolescentes. A pesar de los avances, aún queda mucho por hacer para garantizar un futuro seguro y próspero para la infancia.
UNICEF estima que más de 150 millones de niños son obligados a trabajar, siendo las niñas las más vulnerables, especialmente cuando se trata de trabajos domésticos. Esta situación exige una acción urgente y coordinada para proteger a los niños y brindarles un entorno seguro y saludable donde puedan desarrollarse plenamente.
El trabajo infantil se clasifica en tres categorías: las peores formas de trabajo infantil, trabajos realizados por niños por debajo de la edad mínima legal, y trabajos peligrosos que ponen en riesgo su bienestar físico, mental o moral.
Es crucial que los gobiernos y las organizaciones internacionales adopten medidas efectivas para combatir esta problemática y garantizar el cumplimiento de los derechos de los niños. UNICEF desempeña un papel fundamental en la erradicación del trabajo infantil, brindando apoyo a través de programas integrales y buscando prevenir situaciones de explotación y abuso.