La filosofía es una disciplina milenaria que explora los ámbitos más amplios de la vida humana y la psique. Diversos pensadores han surgido a lo largo de los años, y las teorías que intentan explicar la realidad se han diversificado cada vez más.
Para explorarlos y recuperar sus postulados en la actualidad, el P. Javier Prado Galán, SJ, escribió Transitar el pensamiento, que contiene un nutrido recorrido por los grandes filósofos de la humanidad para intentar explicar los grandes clamores de la realidad. Si bien buscó aplicar los conocimientos a problemáticas como la pandemia o la indiferencia humana, no plantea soluciones, pues, “si uno quiere que la filosofía le resuelva los problemas, no será así”.
Durante la presentación del texto, la Mtra. Tanya Arellano Gómez, académica de la IBERO Puebla, destacó algunas características de esta obra en la que, a través de siete capítulos y un epílogo, “el lector es invitado a dejar de ser espectador y ser protagonista”, pues en cada capítulo se plantean preguntas relevantes para invitar a la reflexión.
Temas como el pensamiento actual y sus valores, la esperanza en la posmodernidad, el vitalismo, la búsqueda de la verdad, la vida de otros seres no humanos, la vida, la muerte, la biopolítica en tiempos pandémicos y otros asuntos inclasificables —como el amor o la vejez— son explorados detalladamente desde la pluma del autor, que “contextualiza a los autores y los hace dialogar frente a nosotros”, opinó la Mtra. Tanya Arellano.
Igualmente, como comentarista, estuvo presente el Mtro. Roberto Longoni Martínez, también académico de la Universidad Jesuita, quien ve que “la filosofía es un acto subversivo que nos invita a la reflexión, el pensamiento y el diálogo”, por lo cual Transitar el pensamiento le pareció un escrito valioso para parar y cuestionarse la pertinencia de dicha disciplina en medio de las diversas crisis que atañen al mundo.
Ante esto, la mesa coincidió en que el ejercicio filosófico no es solo un acto intelectual, sino sensible. Esto en el texto se ve atravesado por los valores cristianos, que de alguna manera tienen cabida en la actualidad, al buscar nutrir la esperanza y la construcción de un tejido social. “Es un libro que invita al pensamiento y reivindica la idea de que filosofar en contextos a veces tan irreflexivos”, dijo el académico.