Desde hace tres años en Cuautlancingo se ha agudizado la escasez del agua potable y, a la par, ha florecido un boyante negocio privado de venta del líquido, que no siempre actúa dentro de la legalidad. Por eso es escándalo que la mitad de los integrantes de la planilla de regidores que presentó Filomeno Sarmiento Torres, el alcalde panista de este municipio que busca reelegirse, está formada por personajes identificados con el comercio de pipas distribuidoras de agua y con la operación de baños públicos.
Pareciera entonces que atrás de la candidatura del PAN en Cuautlancingo se encuentra lo que se podría llamar “la mafia del agua”, que son quienes han lucrado con la escasez del líquido, que en mucho es producto de una deficiente red hidráulica y un desordenado desarrollo urbano, que ha llevado a un desbordado crecimiento de fraccionamientos y e instalaciones industriales sin la debida dotación de servicios públicos.
En la planilla de ocho candidatos a regidores que presentó el candidato panista Filomeno Sarmiento, aparecen los siguientes nombres:
En los lugares 1 y 2 de la fórmula, que son los más importantes, los ocupan Emma Ramírez García y Armando Antonio Mexicano Ramírez. Ambos personajes, por estar en esas posiciones tienen garantizado que, si el PAN no gana los comicios del 2 de junio, podrán ser parte del cabildo por el principio de representación proporcional.
Y lo que más llama la atención, es que se dice que esos dos candidatos a regidores serían los dueños de los principales negocios de pipas transportadoras de agua.
En el puesto tres de la planilla está Aida Gloria Cano Barrios, cuyo marido fue identificado –por pobladores– como el supuesto responsable de haber perforado un pozo, sin la autorización de la Comisión Nacional del Agua, en la colonia La Joya, que es de donde se cargan muchas pipas que a diario llenan las cisternas de cientos de casas, de establecimientos comerciales y de empresas asentadas en este municipio conurbado a la capital del estado.
También fue ubicado Manuel Cuauhtémoc Flores, quien está en el puesto 6 de la planilla, y estaría relacionado con los asuntos de la comercialización del agua.
El candidato suplente del registro 6 de la planilla del PAN es Luis Alberto Ramírez Camela, quien es mencionado de tener, junto con un primo llamado Nahúm Ramírez, un par de pozos en donde se llenarían las pipas que serían de su propiedad.
¿Es coincidencia que la mitad de los integrantes de la planilla del PAN estén relacionados con la comercialización del agua?
Se dice que en política no hay coincidencia, sino intereses. Y pareciera que la planilla del candidato del PAN, Filomeno Sarmiento, se diseñó para proteger y fomentar los negocios de “la mafia del agua”.
El cacicazgo de Sarmiento
Filomeno Sarmiento busca por tercera vez ser alcalde de Cuautlancingo y mantener un dominio caciquil del PAN, pues en los últimos 15 años ha sido quien ha controlado al partido de la derecha y a los tres gobiernos locales –dos los encabezó él mismo– que han emanado de dicha fuerza política a lo largo de este periodo.
Y precisamente ha coincidido en que en esa década y media se generó un boom inmobiliario y al mismo tiempo, un agudizamiento de la falta de agua, junto con el crecimiento del negocio privado de la venta del líquido.
En Cuautlancingo hay un dicho: “Acá primero se construyen casas, se venden y se habitan, y ya después se ve de donde se saca el agua”.
No es una exageración ese enunciado, muchos fraccionamientos han sido puestos en operación sin contar con la red hidráulica adecuada.
A la par hay un círculo vicioso: el Sistema Operador de Agua Potable de Cuautlancingo es muy riguroso con cortar el servicio a quien no está al corriente de los pagos mensuales. Sin embargo, eso no garantiza que los usuarios reciban agua potable.
En este año varias colonias han sufrido hasta tres meses continuos de escasez del liquido. Y la única manera de tener agua, es contratando los servicios de pipas, que se han multiplicado en la última década.
Eso ha significado de facto la privatización del servicio de agua potable.
Quien no recurre a pagar el servicio de pipas se queda sin agua.
Mientras el ayuntamiento tarda semanas o meses en regularizar el servicio de agua potable, las pipas llegan en 15 minutos al domicilio de quien las contrata.