En Huejotzingo la clase política de la 4T está totalmente sometida a los intereses del consorcio Casas Ara. Esa oprobiosa relación llevó al gobierno local –a finales del año pasado– a enfrentarse y reprimir a pobladores que se oponen al avance de un cuestionado proyecto de construcción de cientos de viviendas de dicha compañía; pero no solo eso, sino que ahora se tiene la intención de cambiar la sede del ayuntamiento para que este quede instalado en la zona de influencia y control de dicha empresa inmobiliaria.
A ese paso, no sería raro que en un futuro le quieran cambiar el nombre a Huejotzingo por municipio Casas Aras, tal como alguna vez el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas quiso crear el municipio Audi, en alusión a la planta automotriz de San José Chiapa, que pertenece al consorcio alemán Volkswagen.
No es una exageración, solo hay que ver el siguiente dato: el actual candidato de Morena a la alcaldía de Huejotzingo, Roberto Solís Valles, hace unos días anunció lo que es su principal propuesta electoral para intentar ganar los comicios del próximo 2 de junio, consiste en hacer el cambio más radical que se ha planteado para esta localidad famosa por su producción de sidra y frutas de conserva, además de su carnaval.
El cambio planteado por el morenista es que la sede del gobierno local sea trasladada a la zona controlada por Casas Ara, en la junta auxiliar de Santa Ana Xalmimilulco, cerca del aeropuerto Hermanos Serdán.
Y que el actual inmueble del ayuntamiento se convierta en una casa de cultura o un museo.
Solís Valles, quien fue un gris legislador local de Morena, explicó que si gana las elecciones le va a solicitar al próximo gobernador que el Centro Integral de Servicios que está en el área de Casas Ara sea utilizado para que ahí se constituya la nueva ubicación del ayuntamiento.
Lo que implica sacar a la sede gubernamental del centro de la cabecera municipal y llevarla a una periferia de la demarcación.
Uno podría suponer que esa propuesta es resultado de la ignorancia de Roberto Solís –cuya profesión es ser publicista—que parece desconocer el valor histórico del centro de Huejotzingo, que surgió como el antiguo señorío Huexitzinca, de la cultura Tolteca-Chichimeca; y que ahí se edificó en 1524 uno de los primeros conventos franciscanos, como parte de la conquista religiosa del imperio español.
Sin embargo, no es así, el problema no solamente se reduce a una desafortunada propuesta electoral de Roberto Solís, sino al poder de los intereses económicos del consorcio Casas Ara, que es una de las principales empresas inmobiliarias del país que, en los últimos nueve años, movió un flujo de capital de 6 mil 325 millones de pesos.
Casas Ara compró una enorme extensión de más de 80 hectáreas en donde, empezó a edificar cientos de casas en las proximidades del aeropuerto, que es el territorio de la junta auxiliar de Santa Ana Xalmimilulco.
Hace unos meses, con bombo y platillo la entonces alcaldesa de Huejotzingo, Angélica Alvarado Juárez, puso en marcha la construcción de un nuevo fraccionamiento llamado Volcanes Residencial, donde se quiere levantar alrededor de 800 viviendas.
La edil, que actualmente es la candidata de la 4T a diputada local de la región de Huejotzingo, se desvivió en elogios hacia Casas Ara, diciendo que su llegada al municipio era una muestra de progreso y bienestar. Es decir, hablaba como si fuera parte de la derecha poblana y no como militante de una fuerza política de izquierda.
Los que no compartieron esa opinión son los pobladores de Santa Ana Xalmimilulco, pues desde la llegada de Casas Ara y de Sadasi, otra poderosa empresa inmobiliaria, los escases de agua se ha agudizado.
Sin contar que, cerca de los terrenos comprados por las compañías de construcción de casas, se encuentran empresas que manejan sustancias químicas peligrosas.
Algo que llama la atención es que el Programa Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU) de Huejotzingo nunca fue modificado para permitir la construcción de los enormes fraccionamientos de Aras y Sadasi.
El problema de fondo es que ahora se tiene que consultar a las comunidades afectadas por los proyectos inmobiliarios, para cambiar el PMDU. Y queda claro, que hay un fuerte rechazo de los pobladores de Santa Ana Xalmimilulco a esos planes empresariales.
Ante esta situación, Angélica Alvarado se propuso que “por la brava” se realizarían los proyectos de Casas Ara, lo cual derivó en un constante enfrentamiento entre la autoridad y los pobladores de Santa Ana Xalmimilulco.
En diciembre pasado, la policía municipal reprimió a los opositores al avance de Casas Ara. Según los afectados, a siete activistas no solamente los detuvieron, sino también los torturaron en los separos de Seguridad Pública.
Los hechos constatan que en Huejotzingo el poder político de la 4T está al servicio de los intereses inmobiliarios.