“La señorita… reúne los requisitos… y cubre el perfil que se busca”, con ese sólido argumento, Carlos Navarro defendió la postulación que hizo su partido para que Guadalupe Martínez, hija del presunto líder huachicolero “El Toñín“, sea su candidata a la Presidencia Municipal de Quecholac por el PSI.
Sobre los vínculos familiares de “la señorita” (como Navarro Corro se refirió a ella) dijo que no podría opinar porque: “ahí sí, no me toca declarar ni hacer una investigación, porque me metería en una situación que después puede ser conflicto para mí. Yo no sé. Desconozco”.
A confesión de partes, relevo de pruebas. Está claro que al presidente del PSI, como ayer lo apuntamos en este mismo espacio, simplemente le pasó de largo el llamado del gobernador, Sergio Salomón, para que cuidaran a quiénes postulaban y así evitar que el crimen organizado se infiltre en las elecciones.
En el chacaleo de ayer en el Congreso, Carlos Navarro fue desnudado por los reporteros que lo entrevistaron y que le arrancaron frases como “a mí eso (el lazo familiar de Guadalupe Martínez) no me interesa”.
Con líderes de partido como ese, ¿qué pueden esperar los habitantes de Quecholac?, quienes ya han padecido a un presidente municipal ausente, que fue detenido y vinculado a proceso por los delitos de abuso de autoridad, ejercicio indebido de funciones públicas y delitos contra el funcionamiento del Sistema de Seguridad Pública.
El propio Navarro se metió en un galimatías cuando afirmó que se realizó una consulta ciudadana para elegir a Guadalupe Martínez como la candidata a la alcaldía de Quecholac, después afirmó que ella presentó su documentación y fue designada. La cita no tiene desperdicio: “Una consulta ciudadana ahí, vino al Comité de Elecciones de aquí del partido, presentó sus documentos e inmediatamente la registramos”.
Y ya para rematar el espinoso tema, que sin duda seguirá generando controversia, Carlos Navarro fue enfático en decir que la candidatura de Guadalupe Martínez “se mantiene firme y se va a mantener firme”.
¿Entonces es capricho, imposición, voluntad ciudadana o algo más?
Veremos y diremos.
Salud mental, preocupación o rentabilidad
Juan Carlos Natale presentó un Punto de Acuerdo, en su calidad de diputado federal, para que en Puebla se cree un “Instituto para la Atención de la Salud Mental y contra las Adicciones”.
Sin duda, se trata de una necesidad imperante en nuestro estado y máxime después de que el gobierno de Andrés Manuel apostó por el desmantelamiento de los hospitales psiquiátricos.
El desaire que se consolidó en abril de 2022 con la reforma a la Ley General de Salud no consideró que tras la pandemia los trastornos y las enfermedades mentales como la ansiedad, la depresión y la esquizofrenia aumentarían.
Atender gratuita y eficazmente los padecimientos mentales, así como las adicciones, es algo urgente, lo ha sido en los últimos años, de ahí que la pregunta sea necesaria, ¿es una verdadera preocupación o resulta rentable en esta época electoral?
Sea cual sea la respuesta, se desea que este Punto de Acuerdo tenga más fuerza que un llamado a misa y permita que más poblanos puedan contar con acceso a la salud mental.