Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Con la llegada de Olga Romero Garci-Crespo a la dirigencia estatal de Morena, ahora ya se puede decir que el gobernador, Miguel Barbosa, es el nuevo dueño del partido.
En el 2018 el gobernador no pudo intervenir en la designación de los candidatos a alcaldes y diputados locales y externó su molestia por las candidaturas perdedoras que hubo en la zona metropolitana y que perdió al PAN ganar Puebla, San Andrés Cholula, San Pedro Cholula y Cuautlancingo.
Ahora para el 2024, el gobernador, a través de Olga Romero, podrá designar a sus candidatos que crea cumplen con el perfil para ganar la gubernatura y las principales Presidencias Municipales.
Por eso era importante para el gobernador quitarle el partido a Claudia Rivera y evitar que Nacho Mier le ganara la dirigencia estatal, ya que el 2024 está a la vuelta de la esquina.
El cambio en la dirigencia de Morena llega en un momento oportuno porque no había una dirigencia fuerte y sólo estaba bajo las órdenes de Claudia Rivera.
Ahora el reto para la nueva dirigente de Morena será conciliar ante la designación de los candidatos a la gubernatura, presidencias municipales, diputaciones, senadores y legisladores federales.
Será un reto enorme para Olga Romero, pero tiene la capacidad y la experiencia suficiente para conciliar con todos los grupos al interior de Morena.
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