La cancha donde Pelé anotó su milésimo gol y en la que la selección uruguaya derrotó al anfitrión, Brasil, en la final del Mundial de 1950, ya no existe.
En lugar de las 200 mil personas que siguieron desde las gradas la derrota de Brasil por 2-1 ante Uruguay en la final del Mundial de 1950, el nuevo Maracaná tendrá capacidad para un público de 76 mil personas.
Si todo marcha según los planes y no hay nuevos problemas como la huelga que paralizó las obras por dos veces este año, el Maracaná, cerrado desde agosto del año pasado, reabrirá sus puertas en febrero de 2013, al final de una obra que convertirá al templo del futbol mundial en un estadio moderno, pero mucho menos imponente que en su versión original.