Finalmente, la revolución le hizo justicia a Alejandro Armenta Mier, quien desde el pasado viernes se convirtió en el coordinador de los esfuerzos de la 4T en Puebla, traducido al español, el candidato de Morena a la gubernatura.
Varios factores influyeron para que Armenta se convirtiera en el candidato, pero los que incidieron de manera preponderante fueron, que, aunque sea por poco margen, pero encabezó las preferencias en las encuestas por encima de Nacho Mier y el segundo, que fue quien garantiza la unidad al interior de este partido político.
Este último fue fundamental y va de la mano del destape del edil capitalino, Eduardo Rivera Pérez, a quien en México lo tienen considerado como un aspirante muy competitivo.
Una semana antes del informe de Eduardo Rivera el pasado 15 de octubre, un amigo muy bien enterado me habló por teléfono para comentarme: —Si Eduardo Rivera se destapa el 15, el candidato va a ser Armenta, si es hombre, y si es mujer, va a ser Olivia, acuérdate de lo que te digo.
La verdad es que tomé como un rumor más sus palabras, sin embargo, ya a toro pasado, tuvo mucha razón y es que el factor unidad peso mucho en la decisión final del CEN de Morena y el único que garantizaba esto fue Alejandro Armenta.
Ya desde antes de que hubiera definiciones, era claro que, de los siete personajes seleccionados por Morena para ser medidos en las encuestas, el único que garantizaba la unidad era Alejandro, era claro que había un TUCON (Todos Unidos contra Nacho), encabezado por Armenta y el ex secretario de Gobernación, Julio Huerta, quienes sellaron un pacto al cual se sumaron todos los personajes identificados con el gobernador Céspedes, como Olivia Salomón, Liz Sánchez y Rodrigo Abdala.
Armenta ganó esa elección merced a un pacto realizado en 2015 entre el entonces secretario de Gobernación federal, Miguel Ángel Osorio Chong, y el entonces gobernador, Rafael Moreno Valle; Alejandro había estado a las órdenes de Osorio al principio de la administración peñista, como titular del Registro Nacional de Población (Renapo) y bajo la tutela y resguardo de la entonces ya viuda de José María Morfín Patraca, Paloma Guillén (Mercedes del Carmen Guillén Vicente), quien fungía como subsecretaria de Gobernación y quien se dice, vendrá a Puebla a coordinar la campaña de Armenta.
En resumen, Armenta logró sumar a todos y Nacho se quedó solo esperando a que en México viniera la decisión final.
En México se espantaron, sabían que era más fácil decirle a Nacho “nos chingaron, compadre”, parafraseando al expresidente Ruiz Cortines, que decirle a Armenta que no y provocar una ruptura que pusiera en riesgo la elección en Puebla, eso sumado a lo que ocurrió en la Ciudad de México, en donde bajaron a Omar García Harfuch, como lo anticipé con mucha antelación, sellaron la suerte de Nacho Mier.
Finalmente, en Morena, ni Sheinbaum ni el presidente se equivocaron, van con su candidato más competitivo y en unidad, pues Nacho Mier ya aceptó la postulación para encabezar la fórmula al Senado de la República, mientras que el resto de los aspirantes, los cuales en su mayoría responden a los dictados del gobernador, no se van a inconformar absolutamente en nada.
Alejandro no es ningún improvisado en política, lleva 34 años en ella, fue presidente municipal de Acatzingo, aunque su familia es originaria de Izúcar de Matamoros, pero se mudó a este lugar tras la muerte de su madre y fue criado por su abuela.
En 2003 se convirtió en diputado local también por Acatzingo y se sumó al marinismo a través de su entonces compadre, Javier López Zavala, de quien se convirtió en su segundo de abordo.
Fue director del DIF estatal, secretario de Desarrollo Social y dirigente estatal del PRI en esa administración y sufrió la dolorosa derrota del 2010 a manos de Moreno Valle.
En 2015 se convirtió en diputado federal del PRI, partido con el cual rompió en el 2017, para en el 2018 convertirse en senador de la República por Puebla del nuevo partido de López Obrador, Morena.
Así fue como Armenta se convirtió en el coordinador estatal de la 4T en Puebla y parte de su historia, la cual conozco a la perfección.
