Ya no quiero hablar del diputado Ignacio Mier, pero las circunstancias —penosas— insisten en meterlo en la foto.
Vea el hipócrita lector:
El escaso margen de maniobra que le ha dejado Adán Augusto López, secretario de Gobernación y verdadero líder de Morena en San Lázaro, ni siquiera puede ser llenado por él.
Mientras Adán Augusto negocia con las cúpulas de los partidos —y mete a Alito Moreno, presidente del CEN del PRI, en auténticas encerronas—, al diputado Mier (ya conocido como el sargento Pérez) le encargaron domesticar la casa.
Es decir: domesticar a los ratones, conejos y demás fauna menor que milita en el Partido Verde y el PT.
De última hora llegó a Gobernación un memorándum enviado por Pérez (el sargento), en el sentido de que el Verde quería negociar su voto a la Reforma al INE —enviada por el presidente— a cambio de que Morena saque una iniciativa suya: que las empresas hagan descuentos directos a los trabajadores sobre sus salarios, a fin de garantizar el pago de adeudos con instituciones de crédito.
El memorándum del sargento no decía nada sobre otra tormenta: que diputados del PT no estaban del todo de acuerdo con la Reforma al INE.
¿Rebelión en la granja?
Absolutamente sí.
La respuesta llegó en forma de coscorrón: “que el pinche sargento Pérez anuncie que se pospone una semana la presentación de la iniciativa”.
Si los conejos y los ratones se rebelan, qué otra cosa puede pasar.
Es tanta su mala suerte que de España llegaron noticias poco salubres.
Y es que Ricardo Monreal y Santiago Creel, presidente de la Mesa Directiva del Congreso de los Diputados, anunciaron que recorrerán el país en algo que se llamará “gira por la reconciliación nacional”, tendiente a definir una candidatura a la Presidencia de la República vía el bloque PRI-PAN-PRD.
¿Por qué es mala noticia para el sargento Pérez?
Porque él fue de los que pujó para que Creel estuviera al frente de la Mesa Directiva.
Era tal su ingenuidad que creyó que era su aliado.
Ya se vio que no.
¡Salven al sargento Pérez!, imploran algunas voces desde Tecamachalco.
¿Usted Ama a Mao? Leo a un columnista que fue Jefe de Prensa en Gobernación.
Es de los que jura que The Sargent es muy amigo del presidente López Obrador.
¿Amigo?
Bah.
¡Hermano!
Dedicar una columna para asegurar que AMLO ama a Nacho define su vocación de Jefe de Prensa.
No está mal que busque esa opción, lo malo es que trate de convencer a sus hipotéticos lectores de que su candidato será gobernador de Puebla porque es amigo (hermano, carnal) del presidente.
Por cierto:
En su columna utiliza una y otra vez una expresión que quien esto escribe usó por primera vez en 1997, en El Universal Puebla.
En efecto: en La Quinta Columna hablé del Coro de los Niños Cantores de Bartlett, quienes se organizaron para celebrar el Día de la Libertad de Expresión con una entrevista colectiva con el mismísimo gobernador de Puebla.
Ahora el Jefe de Prensa de Mier la usa en otro contexto como si la expresión fuese muy suya.
Hasta plagiario resultó el muchacho.
¡Dignidad, caray!
¡Filosofía!
